A lo largo de los puentes peatonales de la vialidad Alfredo del Mazo, niños subsisten pidiendo monedas. En tiempos de Covid-19 este sector ha sido blindado con la cuarentena y las clases virtuales, pero no es el caso de Abraham y otros pequeños que en Toluca deben salir a trabajar.
Abraham toca la guitarra en pasos peatonales de los puentes junto con su padre, ambos originarios de Santa Cruz Azcapotzaltongo.
"Ahorita no está saliendo mucho, porque no hay tanta gente", explicó Agustín, el padre de Abraham.
Su jornada en estos días inicia alrededor de las 8:00 horas y se puede extender hasta después de las 17:00 horas.
La poca movilidad de las personas que están en cuarentena deja ganancias raquítimas a la familia de músicos.
Incluso Abraham se ha tenido que sumar a las labores para llenar la despensa, platica Agustín.
"Se vienen a veces conmigo, mientras no hay clases, es que tampoco tenemos internet para que tome los cursos", revela el músico ambulante.
- También te puede interesar: Juan Rodolfo se reúne a través de videoconferencia con directores de hospitales de Toluca
La situación para otros niños ambulantes no es diferente en la capital del Estado de México. A unos metros del puente donde toca Abraham, en los semáforos de la vialidad José López Portillo se juntan a diario varios grupos de limpiaparabrisas.
Pese a estar en la Fase 3 de la cuarentena el DIF estatal no ha hecho recorridos por dichos puntos para identificar a menores en situación vulnerable.
DÍA DEL NIÑO
El día no ha sido bueno para Abraham, pero él no deja de rasgar la guitarra recargado al alambrado del puente. Sabe que apenas fue el Día del Niño, pero debe seguir tocando para sacar la cuota que paga su padre en el puente.
Agustín y Abraham suelen tocar juntos, de un puente a otro, donde se gana por mucho 50 pesos.
El pequeño se levantó este viernes a las siete de la mañana, alcanzó a tomar café con bolillo y ya rozando el mediodía, el hambre le atocigaba la panza.
Es impensable que los niños salgan en estos días a la calle, porque son blanco fácil del virus Covid-19. Pero Abraham no es de esa lista de pequeños que pueden elegir quedarse en casa.
- También puedes leer: Chicas de Humboldt donan juguetes a niños en cuarentena
Esta mañana se puso sus botines negros, un pants color gris, trae también una sudadera roja con gorra y una cachucha que tiene estampados de los 49ers de San Francisco.
El cubrebocas que le tapa la mitad del rostro, solo va de adorno. Sí, porque el virus puede ir en las monedas que le caen a la jícara que pusieron en el suelo, en las propias cuerdas de la guitarra y la gente que pasa y les echa el estornudo.
"La verdad se gana muy poco, pero qué se le hace", reprocha Agustín.
Teme que el sentido de la nota vaya por el tema de la explotación laboral de menores e intenta explicar las necesidades en su hogar.
CUOTAS
Los puentes de la vialidad Alfredo del Mazo en Toluca son el lugar de trabajo de Agustín y su hijo Abraham, pero son 20 pesos de cuota por dejarlos tocar.
De acuerdo con Agustín hay un grupo de ambulantes que cobran para trabajar en puentes, semáforos y camiones.
"Hubo un tiempo que me subía a los camiones, pero me fregaron y me quitaron todo, hay un grupito que no deja", testifica.
En la jícara que está sobre el paso del puente, se miraban no más de 35 pesos, de los que Agustín debería entregar 20 y quedarse con 15.
ANHELOS
Abraham toca en silencio y la mirada la lleva extraviada fuera del puente, sus ojos redondos pareciera que anhelan llegar a casa, tomar agua y ver si hay un juguete para él.
Mientras ese sueño se esfuma, sigue recargado sobre el alambrado del puente intentando alcanzar el acorde de su padre.
La jornada aún no llega a su fin aunque la guitarra ya le haya cansado los pies y los dedos.
En tiempos de Covid-19 las jornadas son aún más pesadas.
