La actual crisis hídrica que se vive en México fue provocada por la mala gestión del gobierno, por la extracción de volúmenes desmedidos por parte de la industria (aun cuando los acuíferos tengan veda), así como por personas de altos recursos que acaparan el agua en territorios como Valle de Bravo, en el Estado de México.
De acuerdo con Ricardo Ovando Ramírez, coordinador de la Red Regional de Sistemas Comunitarios y Comités por la Defensa del Agua, también conocida como “La Escuelita del Agua”, la escasez y la sequía han venido a encrudecer la crisis hídrica causada por los factores mencionados, mismos que podrían ser frenados si se trabajara en el ámbito legislativo federal y estatal.
Explicó que, en el Estado de México, la presa Miguel Alemán ha perdido gran porcentaje de su volumen debido a las pocas lluvias y escurrimientos, pero también por el acaparamiento del líquido por parte de personas millonarias que construyeron embalses artificiales, por lo que el líquido ya no llega a la presa, una de las tres almacenadoras del Sistema Cutzamala.
En tanto que en la industria también realiza acaparamiento, pero en mayor medida, pues el 70% de las concesiones otorgadas a éste sector está acaparado por el 2% de los millonarios, de acuerdo a lo que explica el estudio “Los Millonarios del Agua” realizado por Wilfrido A. Gómez-Arias y Andrea Moctezuma.
“Es decir, tenemos un fuerte acaparamiento de parte de empresas como Coca-Cola, Peñafiel, cerveceras como la Corona, Moctezuma, además de otro tipo de empresas que utilizan el agua como uno de sus insumos más importantes y que desafortunadamente tampoco tratan sus aguas residuales, sino que las mandan crudas a los ríos, a las cañadas, a las lagunas, a los litorales y de ahí se derivan muchos problemas como lo estamos viendo actualmente”, destacó el entrevistado.
Agregó que, se estima que un 70% de los cuerpos de agua que hay en México se encuentran con algún grado de contaminación, situación “cobijada” por la Ley de Aguas Nacionales, la cual, dijo, es tolerante a la contaminación y el acaparamiento del agua.
Falta legislar
El también integrante de la Coordinadora Nacional Agua para Todos Agua para la Vida, sostuvo que para frenar éste acaparamiento del agua y contribuir a la recuperación de los embalses, se requiere una verdadera reorganización en el ámbito legislativo.
Entre los principales temas que requieren atención prioritaria urgente, destacan la modificación del sistema de concesiones, la obligatoriedad real para que las empresas (e industria en general) trate sus aguas residuales y las reutilicen, así como implementar la innovación en los sistemas de tratamiento de aguas residuales, pues las plantas anaeróbicas resultan altamente costosas.
Ante la posibilidad de que el Gobierno del Estado de México emita una declaratoria de emergencia hídrica debido al bajo nivel de almacenamiento de las presas, Ricardo Ovando insistió en que el problema radica en la gestión del agua, por lo que dicha declaratoria debe considerar éste aspecto.
“Vemos que las pipas de agua del servicio privado) siguen vendiendo en todos lados vendiendo agua, pero en la red no hay, esto da a entender que este acaparamiento de agua por parte de quién sabe quién y que el uso del agua es preferente para negocio, porque las personas verdaderamente necesitadas de agua en las comunidades, tienen que pagar cantidades absurdas por ella”.
En el Estado de México, dijo, los corredores industriales como Xalostoc y Lerma, consumen grandes cantidades de agua, misma que una vez contaminada se desecha sin darle un tratamiento y un reúso.
La amenaza del nearshoring
Ricardo Ovando Ramírez, quien también es integrante del Sistema Comunitario de Agua Potable de Tecámac AC, declaró que el nearshoring también es una amenaza en materia hídrica.
“Nos han vendido la idea últimamente, las empresas y el gobierno, de que lo que va a levantar a nuestro país es el llamado nearshoring, es decir, la relocalización de empresas, ahora lo que se quiere hacer es que en un solo corredor industrial se produzca todo lo que se requiere como insumo de las empresas, pero el problema es que tenemos un marco jurídico institucional del agua en donde se permite el acaparamiento, se tolera la contaminación y lo que van a hacer es que se van a construir infiernos ambientales”, declaró el entrevistado.
Agregó que éstos denominados infiernos ambientales son parques y corredores industriales desregulados.
“Según datos oficiales de CONACyT tenemos más de 30 regiones de emergencia sanitaria y ambiental, ese es el nombre oficial de los llamados infiernos ambientales, porque son zonas altamente contaminadas en donde hay altos índices de enfermedades en la población y los animales y son zonas industriales que están impunemente contaminando vastas zonas del país.
“Tenemos una en El Salto Jalisco, otra en la región Lerma en conjunto con el corredor industrial de la capital del Estado, hay otra en la cuenca Atoyac, lo que es Puebla-Tlaxcala, otra en la Región Tolteca entre el Estado de México e Hidalgo con las cementeras Apaxco y la refinería de Tula, si a esto se le une la urbanización salvaje los resultados son catastróficos”, afirmó el también defensor del agua.
Recordó que los llamados “Cárteles Inmobiliarios” también tienen responsabilidad en la crisis hídrica, pues realizan construcciones sin una planificación, lo que destruye zonas forestales, zonas agrícolas y de recarga de los acuíferos.