TOLUCA, Méx. (OEM-Informex).- Tres días fueron suficientes para vivir una pesadilla. Fernando Leal Galaviz, director de la compañía teatral “Legión Teatro” y siete personas más, arribaron la noche del martes 7 de mayo a Chilpancingo, Guerrero, para presentar en días posteriores la obra de teatro con la cual se hicieron acreedores a un aclamado premio dentro de la industria teatral.

A las pocas horas de su llegada e instalación en un hotel, una de las integrantes del grupo recibió una llamada telefónica en su celular, sin embargo no fue ella quien contestó.

“Como ella no se encontraba disponible fui yo quien respondió la llamada, y me respondió una señorita buscando a mi compañera, se identificó como gerente del hotel y posteriormente me comunicó con otra persona, un hombre, porque requerían nuestro apoyo para un supuesto operativo que realizarían en el hotel. Él inicialmente fue muy amable y tranquilo, ya después como no le quise dar alguna información, levanta la voz, se identifica como miembro del Cártel Jalisco Nueva Generación y nos amenaza”.

Extorsión telefónica

“Si no cooperas con la información que te estoy pidiendo te vamos a matar, solamente estamos buscando a personas que entraron con armas al hotel y esas personas no pertenecen a nuestro bando, porque nuestro bando opera aquí en Guerrero, lo tenemos bien controlado y la policía está coludida con nosotros, así que no intenten hacer nada”, fueron las palabras que el extorsionador utilizó para amedrentar a Fernando y sus compañeros, quienes fueron aislados durante el resto de la noche en la habitación del hotel en el que se hospedaban.

Inicialmente no había indicios que dejaran ver que se trataba de una extorsión telefónica, pues de acuerdo con Fernando, el hombre que estaba al otro lado de la bocina dio datos precisos que los hacían creer que efectivamente se encontraba en el hotel y su vida corría un grave peligro si salían de la habitación en la que estaban.

Estábamos en un cuarto encerrados, con estos tipos diciéndonos qué era lo que teníamos que hacer, no nos favorecía que ya era de noche y que las ventanas del hotel estaban polarizadas, no podíamos ver absolutamente nada, estábamos acorralados.

Ya en la madrugada, comenzaron a dividir a los ocho actores. A cuatro los enviaron a una habitación y a cuatro los mantuvieron en otra.

Una vez que la luz de día reveló que la vida cotidiana al exterior transcurría en completa normalidad, es cuando Fernando y los tres compañeros que permanecieron con él, descubrieron que todo se trataba de una extorsión.

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La búsqueda

Sin embargo cuatro personas más, se encontraban en otra habitación y desconocían lo que ocurría, cuando los buscaron, éstos ya no estaban.

“Reportamos todo pero ya no estaban nuestro compañeros ni el vehículo en el que algunos nos desplazamos a Guerrero, lo que pensamos fue que se habían ido a entregar el coche e incluso que verían a los delincuentes, pero después de que llegó la policía comenzó la búsqueda en otros hoteles y así encontramos a tres compañeros más, excepto a una de ellas”.

Trascendió que los cuatro jóvenes se habían desplazado por sus medios a otros lugares, dirigidos en todo momento por llamadas telefónicas que recibían.

La búsqueda se extendió en gran parte del territorio guerrerense con ayuda de autoridades estatales de esa entidad, sin embargo, la joven seguía desaparecida. La angustia de que algo le pudiera suceder creció, creció y creció.

Pasaban las horas y no la encontrábamos, sabíamos que se iba a prolongar porque ella tenía el control del dinero del grupo, nosotros estábamos de gira por un premio que recibimos por haber ganado la Muestra Estatal del Teatro aquí en el Estado de México, y ella manejaba el dinero. Obtuvieron la información en algún momento de cuánto tenía y por eso no la dejaron.

La joven realizó varios trámites bancarios tanto en el estado de Guerrero como en Morelos, bajo la creencia de que sus compañeros se encontraban en peligro. Fue en esta última entidad en donde pudo ser informada de que se trataba de una extorsión y, finalmente, reencontrarse con sus compañeros y amigos, hasta la mañana del miércoles.

La llamada fue hecha desde un penal

De acuerdo con la información que las mismas autoridades guerrerenses proporcionaron a las víctimas, las llamadas de sus extorsionadores provenían desde el interior de un penal en Reynosa, Tamaulipas.

En total, se pagaron más de 200 mil pesos, cantidades que fueron depositadas a diversas cuentas bancarias.

Además, trascendió que las extorsiones telefónicas recaudan hasta cuatro millones de pesos, según los informes de las mismas autoridades en el estado de Guerrero.

“A nosotros nos comentaban que hasta cuatro millones de pesos de extorsión telefónica a la semana, es lo que sacan estos tipos, y como se dice que el gobierno está coludido con esto, que una parte es para el gobierno de donde está el penal, otra parte para el director del penal y otra parte para los reos”.

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Corrupción

Leal Galaviz reprochó que sus extorsionadores pudieron hacer uso de un teléfono de alta tecnología por más de 72 horas, presuntamente desde el interior de un penal, sin ser descubiertos.

Por ello, llamó a instancias estatales y federales a tomar cartas en el asunto y terminar de una vez por todas con la corrupción que prevalece en los centros penitenciarios estatales y federales, con conocimiento de las mismas autoridades.

Finalmente agradeció a autoridades del estado de Guerrero y de la misma entidad mexiquense, quienes desde el primer momento brindaron su apoyo para la localización con vida de sus compañeros.