Toluca, México.- La zona oriente de la zona conurbada del estado de México vive una emergencia humanitaria y una “película de terror” que debe ser atendida, pues adolescentes desaparecen en la impunidad y no pasa nada, advirtió Lydiette Carrion periodista y autora del libro La fosa de Agua. Desapariciones y feminicidios en el río de los Remedios.
Al presentar su obra en la Legislatura refirió que durante las investigaciones encontró un horizonte geográfico de colonias y barrios en la frontera de Ecatepec y Tecámac donde se concentraban desapariciones de adolescentes de entre 13 y 19 años enganchadas en redes sociales, pero también raptos con violencia.
“En este caso la prevención de jovencitas no sirve porque la privación se da de manera muy azarosa de jovencitas que ya no llegaron a su casa”, alertó.
Alertó que ese fenómeno de violencia sigue y tras dar seguimiento encontró puntos donde secuestraban a jovencitas y sitios donde abandonaban los cuerpos, con lesiones similares, indicios como mensajes de texto no investigados entre sí.
Aun cuando en octubre del 2014, se hicieron dragados en ríos, en realidad, advirtió, no se sabe cuántos restos encontraron, pues unos hablaron de 40 cuerpos, otros de seis mil restos óseos, otros de 16, pero la entonces procuraduría dijo que solo dos eran de humanos, y el resto de animales y no hay claridad de lo que ocurrió.
“Sigue sin pasar nada, siguen desapareciendo jóvenes y hay generaciones de niñas o adolescentes que crecen con la certeza de que si desaparecen no va a pasar nada”.
Lamentó que la violencia se ha normalizado y cada feminicidio o desaparición allana el camino para el siguiente en medio de un sistema judicial altamente burocrático, donde la policía de investigación es rebasada por la cantidad de casos, hay falta de sensibilización, una visión machista de que se fue con el novio, amenazas a los padres y familias que se encargan de la investigación.
El machismo, advirtió, sirve para cubrir al crimen organizado con niveles de violencia brutal, por lo cual dijo que ojalá el cambio de administración sirva para que reciban a colectivos, para combatir ese fenómeno y pidió a las familias a seguir en batalla y a los servidores a atender la emergencia humanitaria que se vive en el oriente de la zona conurbada.
Destacó la existencia de una comisión especial de seguimiento a los feminicidios en la entidad, y llamó a las familias de las víctimas a aprovechar el cambio de colores, pues con él, se abre una ventana de oportunidad para que cambien cosas.
Rafael Chacón, autor del libro ‘México en Alerta de Violencia de Género. 100 acciones ante el feminicidio en México” advirtió la necesidad de conocer las resoluciones de la Corte interamericana de Derechos Humanos, tener personas con perfil en puestos para atender a familiares de víctimas, estandarizar criterios ministeriales.
Dijo que debe haber mapeos, comunidades geo referenciadas, policías de género, cámaras direccionadas en zonas, conectadas al C4 que sirvan, redes de jóvenes y protocolos municipales en materia de alerta de género, entre otros.
Por su lado, la diputada Karina Labastida, presidenta de la comisión de seguimiento a feminicidios destacó que se requieren medidas de prevención y justicia para proteger a las mujeres, en especial de los feminicidios y advirtió que según datos oficiales, una mujer ha muerto cada día de forma dolosa en este año, un indicativo de que no se ha mitigado la violencia feminicida.
Azucena Cisneros advirtió que hay ausencia de políticas públicas y acciones que han venido deteriorando un paisaje doloroso en la zona conurbada del Edomex y María Luis Mendoza del PVEM señaló que la procuración de justicia está quedando a deber.