La vida laboral de un médico implica altas responsabilidades y extenuantes jornadas de trabajo, por lo que el estrés es una de las constantes en esta profesión.
Tras ocho años de ejercer en el servicio de urgencias médico quirúrgicas de un hospital, el doctor Rafael Alejandro Chavarría Islas presentó complicaciones cardiovasculares: una arritmia cardiaca fue el resultado de un prolongado estrés laboral.
Hoy, con una actitud más llevadera, Alejandro Chavarría, médico-docente en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ha aprendido a manejar el estrés diario de la profesión y reconoce que el síndrome de burnout afecta a una proporción importante de médicos, residentes y docentes clínicos.
Una de las investigaciones más recientes del doctor Alejandro Chavarría consistió en identificar el fenómeno en su entorno laboral.
“El síndrome de burnout es algo que nos está pegando y personalmente lo he vivido. Es importante reconocer que existe”, comparte Chavarría, también maestro en educación y tecnologías educativas.
El síndrome de burnout, o también síndrome de desgaste profesional o emocional, es un padecimiento que comienza con niveles excesivos y prolongados de estrés laboral que genera sobrecarga en el trabajador (sensación de tensión, irritabilidad y cansancio).
El proceso ocurre cuando los individuos absorben su estrés desconectándose psicológicamente del trabajo, se vuelven apáticos, irritables y en ocasiones desalineados.
Ello puede conllevar a la ansiedad, depresión y conductas de escape como el consumo elevado de alcohol, tabaquismo, drogas. El problema se agrava cuando aparecen enfermedades como cardiopatías, hipertensión y diabetes.
- VULNERABLES
Aunque el síndrome de burnout está presente en diversas áreas de la vida laboral, Griselda Iris Flores Flores, especialista del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INPRFM), explica que esta patología es más frecuente en personas con trabajos de tipo asistencial y, por tanto, los profesionales de la salud como médicos, psicólogos, psiquiatras, enfermeras y paramédicos, por ejemplo, son los más susceptibles.
Flores asegura que cada vez son más los especialistas de la salud que presentan los síntomas característicos del síndrome de burnout.
“En 2014 cerca de 54 por ciento del personal de salud de Estados Unidos, por ejemplo, reportó algún síntoma relacionado con el síndrome de desgaste profesional. Años antes a esta estimación, el porcentaje llegó a 45 por ciento. Esto indica que va en aumento”, refiere.
En México, dice, es difícil estimar la prevalencia de este fenómeno, ya que las investigaciones al respecto utilizan herramientas diferentes para su identificación, pero calcula que alcanza el 80 por ciento.
La sobrecarga asistencial es uno de los factores principales en el desarrollo de esta patología. A ello se suma la baja remuneración y las prolongadas horas en el quirófano o en la sala de urgencias.
- PRECARIEDAD
Los especialistas pronostican un aumento en la demanda de los servicios de salud. Un estudio realizado por médicos españoles coincide con las declaraciones de la doctora Griselda Iris Flores, el cual asegura que la demanda de la población en los servicios de salud sube anualmente, pero no los recursos asistenciales.
“Esta sobrecarga asistencial es obstáculo para una asistencia de calidad”, explica la investigación.
“Muchas veces los trabajadores se sienten frustrados porque no pueden llevar a cabo sus tareas de forma adecuada debido a que no tienen el equipo, los insumos o la infraestructura, es un componente muy importante reportado en el desgaste profesional”, comenta Flores.
Los profesionales de la salud están sujetos a largas y extenuantes jornadas laborales. El número de pacientes en la consulta varía de acuerdo con el tipo de atención y de la especialidad médica. En una jornada laboral, un especialista de urgencias médico quirúrgicas realiza entre 15 o 20 consultas.
“Los pacientes en condiciones graves, con infartos, por ejemplo, generan un estrés mayor para la atención, porque hay que actuar de inmediato”, explica a su vez Chavarría.
En una jornada laboral, explica, los especialistas de medicina familiar dan atención a más de 30 pacientes y los de medicina interna entre 15 y 20, al igual que los médicos especialistas. Los médicos residentes cubren de 36 a 40 horas por jornada.
Las exigencias de los pacientes hacia los médicos es uno más de los factores que se suman a la problemática.
“Atendemos vidas, personas todos los días, y si a eso le sumamos pacientes que llegan a la consulta con una presión fuerte y exigente, eso ya es una presión constante. Necesitamos una sociedad más informada”, considera Chavarría.
- SOLUCIONES
Implementar modificaciones en el ambiente laboral podría mejorar las condiciones de trabajo de los médicos.
Por ejemplo, si un medico no cuenta con un estudio de endoscopia para tratar una hemorragia en el tubo digestivo, entonces el estrés aumenta para el profesional de la salud.
Para Chavarría la evaluación continua del estrés y la implementación de programas de salud integral en médicos podrían ser los primeros pasos para disminuir o detectar señales características del síndrome de burnout.
“Tener tiempo fuera de trabajo puede ayudar mucho a liberar estrés. Flexibilidad de turnos: hay propuestas de disminuir jornadas laborales y valorar los periodos vacacionales.
“Actualmente tenemos dos periodos vacacionales de 15 días por año; son periodos muy cortos si tomamos en consideración que trabajamos en áreas con un alto nivel de estrés. El apoyo psicológico también sería una buena opción”, propone.
Otra alternativa que ofrecen los especialistas es mejorar el compañerismo entre el personal médico, lo cual puede a crear un efecto de blindaje ante el estrés.
Datos:
51 mil 79 médicos y enfermeras se contabilizan en el Edomex
32 médicos y enfermeras trabajan en la entidad mexiquense por cada 10 mil habitantes
23 médicos, enfermeras y parteras por cada 100 mil habitantes es el estándar recomendado a nivel internacional
3 millones 133 mil 316 consultas otorgó el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMYM) entre enero y noviembre de 2017
Fuente: Plan de Desarrollo del Estado de México 2017-2023.