Desde hace cinco años habitantes de los municipios de Tejupilco, Sultepec y Amatepec, no habían visto que la creciente del río Hermenegildo Galeana superara su nivel, sin embargo con las recientes lluvias la corriente bajó con fuerza llevándose a su paso varios vehículos, árboles y animales.
El señor Miguel es uno de los afectados, ya que su vehículo fue arrastrado por la corriente en la comunidad de las juntas en Tejupilco y fue a parar a un municipio colindante con la frontera con Guerrero.
“El auto fue pérdida total, el día de ayer lo localizamos y eso porque el seguro para poder responder por él, quería tener el vehículo y llevarlo al taller pero quedó enterrado entre arena y piedras dentro del río a la altura de la localidad de San Felipe”
Está situación, mantiene preocupados a los habitantes ya que señalan no han visto trabajos preventivos por parte de los Ayuntamientos para contener el agua en caso de registrarse inundaciones en la zona por donde pasa dicho río.
“Pues si pasaba bastante agua pero no se salía digamos del río, de su cauce digamos y ahora arrasó parte de la carretera de la zona de San Felipe y las juntas, deberás que no habíamos visto esto desde hace ya varios años” plática la señora Carmela, vecina de Tejupilco
Los vecinos pudieron captar el momento cuando la fuerza del agua del río Hermenegildo Galeana que es un ramal del río Balsas, que cruza por los estados de Guerrero y Michoacán hasta desembocar en el océano Pacífico.
“Aquí en Temascaltepec cruza este ramal que así se le conoce al Hermenegildo y que pasa por tres municipios Temascaltepec, Sultepec y Amatepec, ya en Amatepec pasa otro ramal por eso pensamos que también venía con mucha fuerza porque se juntan esos dos cauces” refirió el señor Antelmo, habitante de Amatepec.
El afluente se mantiene arriba de su capacidad principalmente en la zona de bejucos, donde se ve poca presencia de las autoridades municipales.
Actualmente en la zona que comprende dichos municipios de la zona sur del Estado de México, es limitado el paso vehicular ya que el afluente dejó en las carreteras ramas y piedras.