Los atlas de riesgo requieren actualización por el alto riesgo y el gran número de población que habita en éstas, alertaron especialistas en urbanismo.
Edgar Alfonso Benítez, arquitecto urbanista de la Universidad Autónoma del Estado de México, explicó que los atlas de riesgo deben actualizarse para establecer programas de acción en caso de desastres y controlar los asentamientos humanos en dichas zonas.
"Una vez que se tenga este mapa, controlar los permisos para las nuevas viviendas y las que ya existen, intentar reubicarlas", dijo Benítez.
Señaló que existen varias zonas de alto riesgo en Toluca que deben ser monitoreadas.
Expuso que los asentamientos irregulares que ya existen es difícil de reubicarlos, pues por lo general las familias que los habitan, son de escasos recursos económicos.
"Son familias que no tienen a dónde ir y eso vuelve complicado su reubicación", advirtió el arquitecto.
Por lo que expuso que debe generarse una coordinación entre los habitantes y las autoridades, para aplicar un plan de acción en los casos en que se presente una emergencia.
"Ya sea que ocurra un derrumbe o inundaciones, debe haber un plan de atención oportuna para las familias que ya habitan en zonas de alto riesgo", añadió Benítez.
Sobre el mismo tema, Dante Álvarez, arquitecto y activista, señaló que los puntos de mayor riesgo a derrumbes e inundaciones es la zona cercana de Toluca y la población aledaña a ríos como la zona norte de la capital mexiquense y el municipio de Lerma.
"En el valle de Toluca, creo que las zonas de mayor riesgo son las zonas inundables, a lado de los ríos y donde eran cuerpos de agua, y con riesgo de derrumbe, en la Sierra de Toluca, y quizá comunidades de Lerma que están sobre la Sierra de Guadalupe", comentó el especialista.
De acuerdo con el plano de Toluca las fallas geológicas que se marcan atraviesan colonias y hay edificios que se construyeron en las cercanías a éstas. Lo que hace la ciudad se convierta en foco rojo en caso de sismos.