El obispo auxiliar de Toluca, Maximino Martínez Miranda durante la misa dominical motivó a la feligresía a amar no solo de palabra sino con las obras.
En la homilía, monseñor Martínez Miranda exhortó a los católicos reunidos en la Catedral de la capital mexiquense, así como a quienes siguen la transmisión en vivo de la celebración eucarística hacer el bien mayor al prójimo.
“Amor a Dios, a nuestro prójimo, no solamente de palabra sino con las obras, no solamente de palabra como en muchas ocasiones se promete cuando alguien va a ocupar un puesto sino hacerlo de verdad, ¿qué hacer?, hacer el bien a los demás”.
Mencionó lo importante de tener fija la esperanza y producir buenos frutos.
En ese sentido, es necesario amar no solo de palabra sino con las obras, y alcanzar un fruto, reiteró.
En el sermón dominical motivó a los fieles a hacer el bien a los demás en comunión con Jesucristo.
Y cuestionó ¿cuál es el bien mayor?, ¿Qué es lo que quiere el Señor?, hacer el bien, tener obras buenas, respondió.
“Producir buenos frutos que bueno es que cuando uno tiene un cargo pueda producir buenos frutos, hacer el bien para los demás y producir buenos frutos nos lleva decir mis obras corresponde a mi vida cristiana”.
En el quinto domingo de Pascua, explicó que el Señor se presenta como la vid verdadera y Dios Padre el viñador.
En ese sentido, afirmó que a veces se requiere de renovación y de podar las ramas secas, lo cual en ocasiones duele.
“Quitar aquello que me estorba para estar en comunicación con Dios, ¿qué es el pecado? las ramas secas”.
Reiteró lo importante de corregir el mal actuar, lo que está mal hecho o si se tiene un vicio cortarlo, quitarlo.
En ese sentido, es importante la renovación, es decir, retirar el pecado, y ser testigos del señor en la nueva vida, afirmó.
La iglesia, sostuvo es misionera y habrá que seguir ese ejemplo.
Esto, al evangelizar a partir desde nuestro entorno inmediato, es decir, nuestra casa y nuestra familia, apuntó.
Insistió en que es necesario hacer una reflexión o conciencia de que se necesita una poda en la vida o si se tiene un vicio erradicarlo para transitar a una renovación.
“Ser testigos del señor en nuestra vida proclamar, pidamos hoy al señor que nos pide para ser buenos sarmientos, segundo para cortar todo aquel sarmiento que no produce, que es el pecado”.
Para ser testigos del señor resucitado y tener la gracia de producir nuevos frutos en la familia, el trabajo y en donde nos desarrollemos según nuestra vocación, finalizó.