La Protectora de Bosques del Estado de México (Probosque) analiza la posibilidad de hacer un programa agresivo pastoril, para que los beneficiarios de sus programas tengan ingresos a corto plazo, informó el titular de la dependencia, Edgar Conzuelo Contreras.
Lo anterior derivado del desánimo que se ha detectado entre los ejidatarios que ya no reciben la misma cantidad de recursos por sus servicios ambientales, a consecuencia del recorte presupuestal que la Comisión Nacional Forestal tuvo desde el 2019.
“Estamos viendo la posibilidad de hacer un programa agresivo pastoril para que tengan ingreso a corto plazo, y puedan tener pastura y carne o cría de ovino o de pequeñas especies y a la vuelta puedan tener ya madera, con eso vamos a complementarlo”, explicó.
Esta situación, dijo, además pone en riesgo la meta de reforestación anual que tiene establecida Probosque, pues al no ser incentivado el ejidatario no contribuirá en su labor de plantación de árboles como lo hacía en años anteriores.
“Hemos visto desánimo por parte de los que tenían programas federales y que ahora ya no tienen ese mismo programa, o que combinaban los programas federales con los estatales. Tenemos nosotros la meta de 15 mil hectáreas para reforestar cada año, es una meta grande, son 90 mil hectáreas en el sexenio y si alguien no está convencido, no va a venir por los árboles, no los va a cuidar y no llegaremos a la meta que tenemos”, precisó el director de Probosque.
Durante 2019 el gobierno federal redujo a la Comisión Nacional Forestal (Conafor) más de mil 229 millones de pesos, situación que afectó en la reducción de apoyos y programas de preservación del bosque.
Además de lo anterior, existe un riesgo por el cambio de uso de suelo de forestal a de cultivo, en el que los ejidatarios cosecharían maíz, avena, papa, entre otros.
“Hay personas que se están desmotivando porque obviamente van a ver el costo-beneficio, si me da 15 el maíz, me tiene que dar 30 el bosque. Y sí lo da, a la vuelta de los años sí lo da, pero es un trabajo de año con año y no lo ves al siguiente año”.
Cabe destacar que los ejidatarios beneficiarios de los programas de la Protectora de Bosques de la entidad están obligados a formar brigadas contra incendios forestales y de prevención, tales como hacer brechas cortafuego y las líneas negras.
Derivado de ello en 2019 Probosque alcanzó los casi dos mil combatientes de incendios a pesar de que cuenta con 100 combatientes de manera permanente, sin embargo en esta temporada de estiaje se proyecta alcanzar los 250.