Una vez presentada la iniciativa de ley de interrupción legal del embarazo en el Congreso local por el grupo parlamentario de Morena es necesario que los legisladores locales convoquen a foros de análisis con especialistas y académicos en varias áreas de la ciencia desde bioética, salud mental y psicología, además de organismos de Derecho Humanos.
Así lo señalaron, el psiquiatra del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) delegación estado de México poniente, Luis Sergio Ponce Guadarrama y el expresidente de la Academia Mexiquense de Medicina A.C., Juan Manuel Alanís Tavira luego de señalar la importancia de considerar los efectos psicológicos en las mujeres ya que, luego de abortar, presentan depresión o ansiedad.
Un aborto implica condiciones éticas, morales, y también de salud, como pediatra y desde el el Colegio y Asociación de Pediatría del Estado de México la postura es preservar la vida en la fecundación.
No obstante reconoció que existen condiciones por las cuales esta permitido en las normas oficiales la interrupción del embarazo por malformación del producto o riesgo en la madre de familia aunque, de lo contrario, no hay argumentos y tal vez sean condiciones personales argumentarse para ello.
Más allá de pronunciarse a favor de la vida, Ponce Guadarrama expresó que con el paso del tiempo las mujeres entre 45 y 50 años de edad, así como los hombres que estuvieron involucrados en un proceso de estos, presentaron depresión o sentimiento de culpabilidad por haberlo hecho durante su juventud a pesar de concebir posteriormente.
Los especialistas propusieron foros de discusión sobre el tema en donde participan especialistas al ejemplificar con médicos, ginecólogos, psicólogos, trabajadores sociales, personal de enfermería, psiquiatras y profesionistas en bioetica así como mujeres que interrumpieron el embarazo.
Que participen no sólo los políticos que no tienen ni idea de lo que es la salud, la gran mayoría proponen algo y no saben son ignorantes de la salud.
Por su parte, Ponce Guadarrama expresó que es importante promover una educación sexual responsable en población en general que no se limite únicamente a conocer los métodos anticonceptivos sino en un instrucción real y consciente.
“Es mejor la prevención a través de una educación sexual más allá de saber la unión del ovulo y el espermatozoide”.