Escuelas del nivel básico del estado de México iniciaron a aplicar un censo entre familias para medir el número de alumnos que podrían retornar a las clases presenciales el próximo 30 de agosto.
La medida que se ha tomado es para tener mayor coordinación entre docentes para poder dar el servicio híbrido a los alumnos.
"Ayer (miércoles) nos pidieron que empezáramos con un censo entre los padres para saber cuántos desean el regreso presencial y cuántos no", comentó Mireya Gutiérrez, profesora de la escuela Lázaro Cárdenas de Toluca.
En las pruebas piloto hechas en el ciclo escolar pasado se aplicó un esquema similar, en el que se solicitó a las familias entregar una carta para saber si sus hijos regresarían a clases presenciales.
Con dicho control, los docentes lograron programar las clases y prepararse para atender de mejor manera a los niños tanto en la modalidad presencial como en las clases a distancia.
El ciclo escolar pasado se condicionó a las escuelas contar con al menos el 10 por ciento de los alumnos para dar clases presenciales.
Sin embargo, la mayoría no llegaron ni al 5 por ciento de su matrícula, por lo que hubo escuelas con uno a tres niños por aula.
"Hubo papás que firmaron la carta para confirmar asistencia presencial, pero el mero día no acudieron los alumnos y tuvimos que cerrar la escuela", añadió la profesora Diana Rocha, docente en un preescolar de Toluca.
CARGA LABORAL
Docentes consultados externaron que las clases híbridas generan mayor carga de trabajo, pues deben atender dos grupos por día.
"El ciclo escolar pasado atendíamos las clases presenciales en las mañanas y por las tardes nos conectamos", explicó Rocío García, docente de primaria.
Otros docentes han optado por atender al mismo tiempo a ambos grupos.
Es decir, en la misma clase atender a los niños que están en el salón de clases y conectarse a distancia con los que están en casa.
Aunque la SEP instruyó el ciclo escolar pasado que las clases híbridas se atendieran por días, siendo un día para sesiones presenciales y otro día para las virtuales.
Asimismo, se asignó los días viernes para clases de reforzamiento con los niños con más rezago educativo.
"No sabemos si este ciclo escolar seguiremos con la misma dinámica, además que las clases a distancia se siguen complicando más", añadió otro profesor consultado.
CARENCIAS
La modalidad híbrida piloto que se instrumentó el ciclo escolar pasado fue rechazada por la mayoría de los docentes, porque generó al menos tres horas más de carga laboral.
Y en algunos casos, obligaba a que los docentes acudieran a las escuelas para dar las asesorías desde las aulas.
Por lo que se enfrentaban a problemas de conectividad a internet e incluso a la luz, debido al vandalismo que han sufrieron las escuelas en instalaciones eléctricas y el corte de servicios.