El pasado 13 de agosto, Alejandra corrió desde su escritorio hasta la avenida que da a las instalaciones de Protección Civil de Zinacantepec. Junto con otro compañero fueron los primeros respondientes. Al interior de un taxi una joven convulsionaba por los dolores de parto.
“Ese día eran alrededor de las diez treinta horas, yo miré desde la ventana y luego corrí para auxiliar a mi compañero”, recuerda Alejandra Matías Sánchez, técnico en urgencias médicas.
Ese día, la vida los sorprendió a bordo del taxi y tuvieron que hacer la función de un hospital móvil. Unas horas después la noticia se hizo viral.
“Me han tocado infinidad de casos, ya no recuerdo cuántos”, dice Alejandra sonriente de sus andares en las emergencias de su profesión.
Rozaban las 10:30 horas del 13 de agosto. Frente a las instalaciones de Protección Civil en la avenida Adolfo López Mateos, se estacionó de un bólido un taxi. Alguien pidió auxilio y Alejandra junto con su compañero Sergio Santana no dudaron en ayudar.
“Era una joven que venía de San Miguel Almoloyán, ya era su tercer hijo que daba a luz e iba al hospital de la Mujer”, relata la paramédico.
Fueron unos 20 minutos de labor a bordo del taxi. Alejandra colocó una sábana limpia para recibir al recién nacido y cortar el cordón umbilical.
“Antes que llegara la ambulancia lo revisé, porque en estos casos somos los primeros en atender”, explica.
Alejandra cuenta que en sus 15 años de servicio le ha tocado atender todo tipo de casos, desde enfermos hasta personas que llegan heridas por bala.
“Me han tocado baleados, quemados, enfermos y mujeres que dan a luz aquí”, dice la rescatista.