Toluca, México.- Las desapariciones dejovencitas y mujeres de edades promedio a los 25 años en el Estadode México, son de los principales rangos a la hora de integrar unacarpeta de investigación; las historias de Araceli y Gabriela, dosmujeres toluqueñas extraviadas, son ejemplo de búsquedas sinrastro.
En el caso de Araceli Trujillo Aceves,originaria de la colonia El Seminario, su desaparición ocurrió el28 de agosto del 2015, luego de asistir a una cita a la escuela desus hijos ubicada en Toluca, desde entonces su paradero sedesconoce, aunque su familia teme que la joven madre sea unaposible víctima de una banda criminal dedicada a la trata depersonas en el estado.
La historia de Gabriela Romero Blanquel, de 15años de edad, no es tan diferente; ella desapareció el pasadoviernes 24 de febrero de 2017 cuando salió de su casa alrededor delas 19:00 horas para comprar en la tienda que se ubica en laesquina de su casa, en la colonia La Mora, sin embargo ya noregresó.
Después de unos 30 minutos, su familia seextrañó de la ausencia, por lo que de inmediato salieron abuscarla, primero en la calle Alfonso Ortega donde está sudomicilio y donde un vecino del lugar reportó a sus familiareshaberle visto cuando se dirigía a la tienda, después la búsquedala extendieron a toda la colonia, pero no tuvieronéxito.
“Pasó media horay comenzamos a buscarla, se nos hizo extraño porque nunca haceeso, incluso la fuimos a buscar a una fiesta a la que no la dejamosir pero preguntamos y nunca llegó”, relató Susana AlonsoÁlvarez, madre de Gabriela.
Fue hasta el siguiente día, elsábado 25 de febrero, que acudieron a las oficinas de personasextraviadas de la Fiscalía estatal, ubicadas en Paseo Matlazincas,donde se integró a la Alerta Amber, pero hasta la fecha la familiano tiene ningún avance, ni indicio de dónde pueda estar lajoven.
En el caso de Araceli, según losúltimos avances de la carpeta de investigación que sigue laFiscalía estatal, otra desaparición similar a la de la jovenmadre, ocurrido en noviembre de 2016 en la colonia Científicos,eso llevó a la familia a saber que el mismo hombre que estáconsiderado como sospechoso en el rapto de Araceli, es el que serelaciona a la de la joven de la colonia Científicos. Ese dato hahecho temer a la familia Trujillo Aceves, en que la jovenoriginaria del Seminario pueda ser víctima de la trata.
"Igual que en el caso de mi hermana,fue un viernes, tienen una edad similar y condiciones iguales,salió de trabajar la chica y es igual de 30 años y resulta que lamisma persona que supimos era la pareja sentimental de mi hermana,también se hizo pasar como novio de esta otra chava desaparecida",relató la familia, al detallar resultados de las indagatorias quehan hecho de manera personal.
La coincidencia en ambos casos llevaa una misma conclusión en el proceso de investigación de laFiscalía estatal: panoramas de pocos avances, casos que sontomados como números de expedientes fríos, donde los nombres ylos recuerdos que quedan en las familias de las víctimas importanpoco.
Además del factor común, de quelas familias buscan por su cuenta, hacen la función deinvestigadores privados de sus propios hijos y hermanas.
De acuerdo con datos de la FiscalíaGeneral de Justicia del estado, de abril del 2013 cuando se inicióel programa de búsqueda Alerta Amber, se han subido a laplataforma 723 casos de menores extraviados, de los cuales 624fueron encontrados a salvo y 99 aún continúan sinaparecer.
Esos casos, en 13 de las alertas,los menores han sido hallados sin vida por lasautoridades.
Mientras que el ObservatorioCiudadano alerta que en 2017 tan sólo en el valle de Toluca van336 mujeres desaparecidas, específicamente en Toluca suman 49casos, de esos 19 fueron en el mes de febrero pasado.