A poco más de un año de fundado el taller de esferas artesanales Tolontli en el municipio de Xonacatlán espera incrementar sus ventas en los días cercanos al 25 de diciembre, en un 15%, al promedio actual.
En tanto que, a cinco años se prevé una producción cercana a 300 mil esferas, señaló el representante de un grupo de artesanos de ese lugar, Pedro Morales Ordoñez.
El artesano indicó que esos artículos más allá de su belleza poseen ese toque magia la cual le imprimen las manos de quienes las elaboran, que en su mayoría son mujeres.
En esta temporada las novedades en diseño son las figuras de unicornio, que, si bien en otros establecimientos ya se fabrican, el toque personal de Tolontli es el pelo de ángel y una efigie de aguacate, refirió.
Comercialización
En entrevista con El Sol de Toluca dijo que la comercialización oscila entre un 40 a 50% y esa tendencia podría crecer en los próximos días, pronóstico.
"Hemos tenido más gente que el año pasado, los fines de semana anteriores hemos recibido a cerca de 250 visitantes y otros más regresan en el transcurso de la semana”.
En su mayoría son personas del valle de Toluca, de otras partes del Estado de México y de varias entidades del país, pero radicados en la entidad, expresó.
Características
Las esferas son elaboradas bajo un proceso artesanal y el material utilizado es el vidrio soplado, comunicó.
Acerca de los tamaños puntualizó que son diversos desde una pulgada de diámetro hasta 10, precisó.
"Las más vendidas son de 2.5 pulgadas de diámetro".
Los precios de las efigies van desde los tres a 30 pesos, lo cual se considera según el tamaño y el diseño, aclaró.
Magia
El nombre del taller Tolontli proviene del náhuatl que significa esfera en dónde participa un equipo de siete colaboradores tanto hombres como mujeres, pero se impulsa a esta última, reseñó.
"La idea surgió porque en Xonacatlán se comercializa mucho el árbol de Navidad natural que sale así, sin adorno nosotros ofrecemos las esferas para decorarlas”.
Morales describió al establecimiento como lugar mágico, porque su labor artesanal les permite incentivar la imaginación de los productores, así como de los visitantes o clientes que deciden elaborar una pieza.