La gobernadora electa del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez encabezará este año un gobierno con un presupuesto ya programado y le tocará ejercer el equivalente a los tres meses y medio que le restan al 2023 y cumplir con los compromisos que le heredará el actual gobierno, entre ello: pago de deuda pública, y de asociaciones público privadas.
Para el mes de septiembre, en que iniciará la nueva administración, la mayor parte de los recursos estatales estarán prácticamente comprometidos y un gran porcentaje ya habrán sido aplicados.
En sus primeros meses, el nuevo gobierno tendrá poco margen de maniobra, pues ya también están establecidos los impuestos, cobros y cuotas en la Ley de Ingresos estatal, el Código Financiero y el presupuesto que establece cómo y dónde gastar los recursos.
Incluso si alguna obra no la alcanza a entregar este gobierno, tendría que ser inaugurada por la siguiente administración.
Poco margen
Este año el presupuesto del Estado de México es de 356 mil 816 millones 941 mil 532 pesos, de los cuales 114 mil 241 millones de pesos están etiquetados, pues son las participaciones y aportaciones federales que llegan cada mes para fines establecidos.
En tanto, 242 mil 927 millones 658 mil 844 pesos corresponden a gasto corriente, es decir, el que se destina al pago de salarios, servicios de personal; así como a cuestiones administrativas.
La propia gobernadora electa Delfina Gómez Álvarez ha señalado que el personal de base del Gobierno se mantendrá y sólo cambiarán al que es de confianza.
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El gasto estatal fue aprobado este año por la Legislatura local y está planeado con base en pilares social, económico, territorial y de seguridad; así como en ejes transversales, programas y sectores.
Rubros como el tema servicios personales prácticamente son inamovibles, pues se destinan a cubrir salarios, prestaciones, liquidaciones y en el propio presupuesto se señala que no podrá incrementarse, salvo excepciones o modificaciones previstas en la Ley de Disciplina Financiera.
El capítulo 6000, referente a inversión pública, también ya está previsto, y a estas alturas prácticamente comprometidos los recursos de las obras y acciones que se llevan a cabo, mientras el de programas sociales, por la entrega de apoyos, lleva un avance significativo, que hasta mayo era del 42%.
Las autoridades que arriben el 16 de septiembre deberán atender lo establecido en el paquete fiscal, donde se precisan los montos que se destinan a cada rubro, lineamientos en materia de austeridad, pagos a deuda pública y la entrega de recursos a municipios; así como adquisiciones y cubrir compromisos ya adquiridos por el gobierno saliente.
Este año, tan solo del costo financiero de la deuda por intereses, comisiones y coberturas el gobierno debe pagar cinco mil 587 millones 932 mil 170 pesos, mientras por amortización de la deuda son mil 282 millones 968 mil pesos.
Además, las previsiones para el pago de ADEFAS suman seis mil 709 millones 482 mil 333 pesos; de compromisos multianuales son tres mil 799 millones 337 mil 955 pesos, y por los proyectos de prestación de servicios, relativos a obras que se hicieron con inversión público privada otros cuatro mil 942 millones 727 mil 674 pesos.
La gobernadora electa podrá planear el presupuesto del siguiente año y hacer algunos ajustes, e incluso podría plantear reformas a la.Ley de Ingresos estatal y a la Municipal; al Código Financiero y al Presupuesto.