La explanada del palacio municipal de Atlacomulco, que ha visto pasar cientos de candidaturas, a varios ex gobernadores y a un presidente de ese municipio, este sábado se vistió de guinda para arropar a Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de la coalición Sigamos Haciendo Historia.
Si bien este municipio ha sido mayoritariamente gobernado por el PRI, hay personas que aseguran que ya no es la cuna del priismo y el dos de junio borrarán al Revolucionario Institucional.
“El PRI está enterrado, le vamos a hacer su lápida y va a quedar borrado. Ya no es la cuna del priismo, se acabó”, sentenció el señor Justino.
Don Juan comentó que al Estado de México le ha afectado mucho el llamado “Grupo Atlacomulco” y la joven Ana afirmó que es tiempo de mujeres; por lo cual confió en que Sheinbaum ganará la elección. “ Va a ser la primera mujer presidenta”, aseguró.
En la plaza, los vendedores hacían su agosto: vendían llaveros con los rostros del presidente y de la candidata. “Llaveros, de amlitos, de Claudia a 10 pesos”, gritaban.
También había un puesto con gorras, camisetas, paliacates, muñecos y hasta calcetas de Morena, del primer mandatario y de Sheinbaum.
La abanderada tardó en subir al templete mientras saludaba y se tomaba fotos con la gente, pero llegó temprano y el evento inició antes de las 16:30 horas. Incluso, el líder nacional de Morena, Mario Delgado arribó cuando ya Sheinbaum daba su mensaje, entre gritos de “presidenta”, y “es un honor estar con Claudia hoy”.
Las personas asistentes respondieron con gritos de apoyo cuando la candidata aseguró que Atlacomulco es tierra de Morena y que el año pasado arrebataron la gubernatura al PRI. “Sii”, respondieron varias personas.
Cada vez que mencionaba al presidente de la República la gente aplaudió. También cuando ofreció trabajar con la gobernadora.
Al final, dejó como “tarea” a cada asistente invitar a 10 personas a ir con ellos, ofreció seguir con la Cuarta Transformación, no mentir, no robar y no traicionar.
El evento acabó con el canto del himno nacional.
Claudia Sheinbaum bajó del templete, se tomó fotos, caminó, dio la mano, mientras algunos le gritaban que la querían saludar.
Un grupo de personas que ya no pudieron acercarse, al final se tomaron la fotografía con la imagen que llevan de ella.
Este sábado el centro de Atlacomulco fue más vino que tricolor, pero la prueba de la verdad será el domingo 2 de junio.