Aumentan feminicidios en Edomex: cada vez se cometen en más municipios y sobre todo en la vía pública

Ecatepec, Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Naucalpan, Toluca, Atizapán de Zaragoza y Valle de Chalco son los municipios con mayor número de feminicidios

Violeta Huerta | El sol de Toluca

  · jueves 2 de marzo de 2023

Foto: ilustrativa/Cuartoscuro

En el Estado de México la violencia feminicida contra mujeres y niñas no sólo se ha elevado de manera sostenida en los últimos años, también se ha extendido y abarca un mayor número de municipios mexiquenses, pero además, los lugares donde son asesinadas las mujeres y las niñas han cambiado, pues actualmente se cometen más asesinatos en espacios públicos.

De acuerdo con el artículo “Violencia de Género contra mujeres y niñas en el Estado de México: una revisión de la información reciente” de la investigadora Irma Kánter Coronel, el cual forma parte del Atlas de Seguridad del Estado de México 2022, los avances en materia jurídica con reformas para prevenir y sancionar ese delito no han impactado positivamente para detener la violencia feminicida en contra de mujeres y niñas, la cual, se ha expandido por todo el territorio nacional.

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Ante la falta de políticas públicas en los tres ámbitos de gobierno, la académica urge a terminar con la impunidad y a garantizar el acceso a la justicia.

Además, añade, en situaciones de crisis como la derivada por la pandemia de Covid-19, las mujeres y las niñas enfrentaron un mayor riesgo de vivir episodios de violencia de género como resultado del confinamiento en sus hogares.

Los feminicidios

En su estudio, Kánter Coronel refiere que mientras en el año 2015 en la entidad mexiquense se registraron 60 feminicidios y 335 homicidios intencionales dolosos, para el 2021 sumaron 147 feminicidios y 234 homicidios intencionales dolosos y destaca que en los años 2020 y 2021 de pandemia la violencia feminicida se recrudeció, pues en el primero se reportaron 152 feminicidios y en el segundo, 147.

Además, la investigación menciona que entre 2015 y 2021 cerca del 18.8% de los feminicidios se cometieron con arma blanca, es decir, con crueldad y con la intención de prolongar el dolor, de producir sufrimiento y lesiones vejatorias y degradantes mediante el sometimiento y el uso de la fuerza, como en los casos de la asfixia, los golpes y el envenenamiento, entre otros.

En el 12% de los crímenes las mujeres y las niñas fueron privadas de la vida con armas de fuego, y en la gran mayoría de los asesinatos, esto es, en el 69.7% se utilizaron otros elementos; mientras en los homicidios intencionales registrados de 2015 a 2021, en más de la mitad de los casos, es decir, el 56.1% se utilizó un arma de fuego; en el 34.4 % se ocupó otro medio, y sólo en cerca del 10% los asesinatos se cometieron con arma blanca.

Adicionalmente, de acuerdo con datos del INEGI, precisó, en el Estado de México se registraron tres mil 099 homicidios intencionales de mujeres y niñas entre los años 2015 y 2021, cantidad superior en 341 al conjunto de los feminicidios, que sumaron 735 y homicidios intencionales, que fueron dos mil 23, reportados por el Secretariado Ejecutivo.

La mayoría ocurrieron en la vía pública: en calles o carreteras, en segundo lugar se perpetraron en viviendas, pues en 2021 de cada cien víctimas, a 38 les arrebataron la vida en la vía pública y a 39 en otros espacios públicos.

Otro dato que menciona es que el 39.1% de las víctimas eran solteras, mientras cinco de cada 10 mujeres asesinadas vivían en unión o estaban casadas, y en los años 2016, 2018 y 2021 poco más de la mitad de los homicidios dolosos fue perpetrado en contra de mujeres casadas o en unión libre.

También alerta que el número de mujeres indígenas víctimas de violencia pueda estar subestimado, pero no existen en México fuentes de datos confiables que permitan corroborar o dimensionar la magnitud real de los asesinatos de mujeres y niñas hablantes de lenguas indígenas, aunque estudios realizados en algunas comunidades indígenas de México han concluído que son más propensas a enfrentar episodios de violencia de género, pero en muchas ocasiones ésta se mantiene invisibilizada.

Municipios

La investigadora también resalta que entre 2015 y 2021 el número de municipios del Estado de México con asesinatos de mujeres y niñas por razones de género se ha venido incrementando paulatinamente, al igual que la cantidad de asesinatos; excepto en 2016.

En el año 2015 hubo 35 municipios mexiquenses con presuntos delitos de feminicidio, para 2016 fueron 27, en 2017 llegaron a 39, para 2018 ocurrieron en 45 municipios, en 2019 en 46, para el 2020 ya 52 demarcaciones registraron feminicidios, en el 2021 esos crímenes se reportaron en 56 municipios, y hasta octubre del 2022 en 55.

En esos años destacaron como los municipios con mayor número de feminicidios los de Ecatepec, Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Naucalpan, Toluca, Atizapán de Zaragoza y Valle de Chalco Solidaridad, los cuales se ubicaron como el primer y segundo lugar en violencia feminicida en alguno de esos años.

Urge terminar con la impunidad

La investigadora alerta que ante la falta de una política pública contundente nacional, estatal y municipal la violencia puede seguir incrementándose, pues las leyes existen, pero los mayores problemas para contener el fenómeno se registran en asegurar que las normas se cumplan.

Además, advierte, cada vez se registran más feminicidios en un mayor número de municipios, pero en muchas alcaldías no se reconoce el fenómeno de la violencia feminicida como un problema que requiere atención urgente y actualmente hay menos asesinatos en el hogar que en espacios públicos.

Por ello, las principales tareas pendientes son encontrar la manera de superar la falta de resultados de las acciones estatales y municipales emprendidas y combatir la impunidad que caracteriza a los feminicidios y homicidios intencionales cometidos contra mujeres y niñas, que derivan en una crisis en materia de derechos humanos.

Se requiere, entonces, garantizar el acceso a la justicia y a la sanción efectiva de estos crímenes a través de políticas y acciones con perspectiva de género y de derechos humanos”, concluye la investigación.