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Al menos unos mil puestos ambulantes invaden la avenida Isidro Fabela en la zona terminal y el mercado Benito Juárez de la capital mexiquense.
Mediante un recorrido hecho por la zona, se pudo constatar que el comercio informal creció de forma exponencial en los últimos meses sin que haya control ni regulación por parte de las autoridades municipales.
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Se trata de puestos en su mayoría de ropa, pantalones, chamarras, zapatos, ropa interior, cinturones, bolsas, accesorios, aparatos eléctricos como bocinas.
Asimismo, puestos de comida, fruta, verdura y hierbas que aprovechan los pasos peatonales para vender.
"Es muy complicado caminar, luego con tanto puesto, hay más robos, mejor prefieren uno no venir al mercado", señaló una usuaria del mercado Benito Juárez.
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Pese a que el problema del comercio informal se ha intentado combatir, no funciona, pues crece por temporadas.
Los primeros afectados son los locatarios del mercado Benito Juárez, quienes señalan que cuando crece el comercio ambulante, sus ganancias caen.
"Ahorita estamos vendiendo menos, porque los ambulantes retienen a los clientes y ya no entran y eso es pérdida para nosotros", señaló un locatario afectado.
Los locales que intentan dar la batalla al ambulantaje de la zona terminal, lo que hacen es sacar su mercancía a la vía pública para intentar vender.
"No tenemos de otra de más que sacar también la mercancía, burlar la ley mientras las autoridades no pongan orden", argumentaron.
Tan solo en la avenida Isidro Fabela, entre Paseo Tollocan y la calle Gustavo Baz hay unos mil vendedores ambulantes, según el conteo hecho.
