Aún sin permear la cultura del cuidado animal

Sofía San Juan

  · miércoles 28 de diciembre de 2016

Toluca, Temporal.- Aún falta mucho para quelas personas y, en particular, los padres de familia tomenconciencia de que los animales de compañía como los perros ygatos no son juguetes que puedan obsequiar a sushijos el Día de Reyes, pues generalmente se cansan deellos y dos o tres meses después los abandonan en las calles yparques públicos.

Así lo señaló la fundadora de Ayuda, Respetoy Cuidado Animal (ARCA), Gabriela Lucila Estrada, al comentar quelos niños disfrutan mucho la compañía de los animalesporque les brindan la oportunidad de despertar sus afectos, perofalta que los padres despierten en sus hijos al sentido de laresponsabilidad con estos seres vivos e indefensos que además decariño también requieren disciplina ycuidados.

Consideró que bien manejada latenencia de un animal de compañía, los padres podríandesarrollar en los niños el sentimiento de solidaridad con losindefensos, lo cual hará que, llegado el momento, sushijos no los abandonen cuando lleguen a una edad en que ellosmismos, los padres, requieran de cuidados especiales y, en loshechos, pasan a formar parte de la familia como un integrantemás.

Gabriela Lucila Estrada pidió a lospadres que antes de tomar la decisión de adquirir un animal en unatienda de mascotas acudan a las asociaciones civiles que se dedicana su rescate y adopción, pues luego de haber sufrido maltrato seconvierten en seres amorosos y leales.

Resaltó que como todo ser vivo, un perro y ungato cuando son cachorros necesitan muchos cuidados, pero tambiénes el momento de adiestrarlos para que adquieran hábitos como loshorarios de comida, los de paseo y evacuación, tanto fuera comodentro de casa si van a quedarse en ella varias horas sin lapresencia de sus dueños, para que luego no tengan que castigarloscon golpes, pues los animales son dóciles si se les entrena conamor y paciencia.

Sin embargo, muchos de los padres queregalan a sus hijos mascotas como si fueran juguetes no tienenconciencia de ello y creen que solos los animales van a adquiriresos hábitos, por lo que se desesperan cuando ensucian lacasa o cuando destrozan algún mueble porque no se les enseñó queno son sus juguetes.

Cuando esto llega a suceder, comenta lafundadora de ARCA, los padres se aburren y sin importarles el lazoafectivo que sus hijos ya generaron con el animal lo echan de casaabandonándolos a su suerte en parques y plazas públicas o aorillas de las carreteras, en donde no sólo sufren de hambre yfrío, sino que son expuestos a una serie de peligros como el abusode otros perros más grandes o la crueldad de los seres humanos quelos maltratan y hasta los torturan.

Precisó que en los casi 10 años de ARCA sehan recogido perros abandonados de todas las edades y razas, condistintos grados de maltrato, algunos con lesiones tan graves quehacen cuestionarse sobre ¿hasta dónde llega la maldad humana? quees capaz de mutilar perros y gatos, de quemarlos, golpearlos hastaromperles los huesos, sacarles los ojos y cometer con elloscualquier acto de verdadera barbarie.

Por ello, pidió a los padres de familia pensarsi están dispuestos a brindarle verdaderos cuidados, como si fueraun hijo más a quien alimentar, bañar, llevar al veterinario,educarlo y darle el afecto que requiere como un ser vivo conderecho a vivir sin violencia, pues de lo contrario más vale quelos dejen en las tiendas porque no son juguetes.

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