Bajo porcentaje de jóvenes en servicio social comunitario

El agradecimiento y la retribución es la mejor satisfacción, señalaron estudiantes entrevistados

Por Adriana García Sánchez

  · viernes 15 de marzo de 2019

Foto ilustrativa.

Toluca, México.- La realidad para algunos jóvenes se vive y se respira mejor, a metros o kilómetros de las aulas, al descubrir que el brindar su mano es útil sobre todo para quienes más lo necesitan, de esta forma saben que sus conocimientos son la mejor herramienta para servir a la sociedad.

Aun cuando el porcentaje de estudiantes universitarios que optan por realizar su servicio social en alguna comunidad alejada es bajo, pues en esa decisión influye varios factores como el económico o la comodidad, hay quienes levantan la mano dispuestos a asumir el reto.

En la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) aproximadamente del 10 al 15%, de los alumnos que realizan su servicio social lo hacen en las brigadas universitarias multidisciplinarias, señaló la directora de Extensión Universitaria, Alejandra Garduño.

Ha costado un poco de trabajo sensibilizar a los alumnos porque muchas veces ir en viernes o sábado es complicado, sobretodo en sábado por la mañana, algunos otros prefieren la comodidad de estar en una dependencia que le digan ¿qué hacer?, que les digan te vamos a dar un apoyo económico.

En la presente administración, dijo, uno de los ejes es promocionar el servicio en la comunidad por la experiencia que representa y por las competencias adquiridas, es el caso de liderazgo, iniciativa, comunicación oral y escrita.

Precisó que la UAEM es la única universidad en el país en donde se permite que sus alumnos inicien su servicio social al cumplir el 50% de los créditos; en el área de la salud, agregó, debe ser una vez que se terminó con el 100% de los créditos, el cual se realiza durante un año en las plazas brindadas por la Secretaría de Salud a nivel federal.

Las brigadas universitarias multidisciplinarias, explicó, se integran por un grupo de máximo ocho personas y mínimo cuatro, de una misma licenciatura o diferentes, algunas de las modalidades son alfabetización, asesoría jurídicas, es el caso de las brindadas en el Centro Universitario de Ecatepec.

En el área de salud se cuenta con unidades móviles de atención comunitaria con alumnos de Odontología, Enfermería y Medicina, además este semestre comenzó otro programa con el DIF municipal de Metepec.

Explicó que el programa de tutores ha atendido a 878 jóvenes de 73 municipios, en él se motiva a los niños “a seguir sus estudios e involucra a los niños en la vida universitaria.

Mencionó que son 10 años de creadas esas jornadas comunitarias y cada semestre se integran más proyectos propuestos por los estudiantes, es el caso de educación sexual, actividades lúdicas y cuidado animal.

Reiteró el exhortó a los universitarios “para que sean conscientes de que el servicio social no necesariamente tiene que ser pagado, se tiene una mala concepción de que si hay beca, voy”.


Ayudar

¿Qué va a pasar con mi vida social?, ¿algún día me voy a casar? ¿qué pasará con mi familia?, ¿estoy dejando muchas cosas?, pero estoy ganando muchas más, afirmó Yatziri Duarte Lagunas, quien realiza su internado en el Centro Especializado de Atención Primaria a la Salud (CEAPS), en San Simón de Zozocoltepec, municipio de Amatepec.

En entrevista, la joven egresada de la Facultad de Medicina de la UAEM dijo que desde pequeña en sus convicciones se forjó como meta ayudar a la gente y en esta etapa lo hace plenamente convencida de su vocación, y los instrumentos para lograrlo son los conocimientos adquiridos en las aulas.

Hay una frase de la Biblia que dice el mayor es el que sirve, es cierto, porque si tienes algo que no lo compartes y no lo das, eres un soberbio porque eso que tienes lo atesoras para ti.

Al narrar, decidió acudir a esa localidad ubicada al sur del estado de México, en donde se piensa persisten los balazos y los machetazos, por cuestión familiar para retornar a su tierra natal.

Describió uno de los principales problemas a los que se enfrenta es a la infraestructura médica, que no es la óptima, y la saturación del servicio pues el número de consultas brindado en ocasiones ha sido en cerca de 20 días, el cual es alto.

Tal vez, reflexionó, no es el mejor aliciente para continuar pero profesionalmente le ha ayudado a crecer por el tipo de patologías atendidas en la zona.

Mencionó que los principales conflictos con los pacientes han sido atender un infarto a una mujer, un pre infarto a un joven de 15 años de edad, la falta de control de los diabéticos o personas hipertensas, así como la recurrencia en cálculos renales o piedras en riñones, algunos asociados a sus hábitos de consumo.

No obstante, una anécdota que marcó su estancia fue el suicidio de un mujer de 22 años de edad, esto el pasado 31 de diciembre, pues suplió a un médico, en donde más allá de ser un día de celebración se preguntaba ¿cómo alguien tan joven decidió quitarse la vida?.

Expresó que aun cuando en su profesión como en la vida misma, existen claroscuros, ella se ha entregado en su trabajo y sus conocimientos.

Siempre he dicho, “si estás manos, si este cerebro Dios los puso para ayudar a la gente, creo que he ganado algo.

Aun cuando le falta concluir su servicio social, expresó, se siente contenta porque le ha inyectado fuerza y valentía, pues la gente de la comunidad le ha depositado su confianza y respeto, situación que no sucede en las ciudad.


Amabilidad compensa traslado

Para María Guadalupe Saldaña Álvarez, quien estudió la carrera de Enfermería en la UAEM, su servicio social lo realizó en la brigadas comunitarias al desarrollar el Plan de Educación en Urgencias y Desastres, aplicado en la localidad de Platanar, municipio de Malinalco, un proyecto en seguimiento al sismo del 19 de septiembre de 2017.

Explicó que eligió esa localidad porque fue un lugar afectado por el movimiento telúrico y porque algunas zonas del sur de la entidad se encuentran en marginación, con respecto a la cabeceras municipales.

Informó que en su proyecto se identificó que un 50% de los pobladores desconocían de lo que es un plan de contingencia comunitaria, el uso de una alarma temprana sísmica, carecen de una cultura del ahorro colectivo o individual y de algunos temas de salud como el control de la diabetes e hipertensión.

Su brigada la integraron cinco compañeros, cuatro de su Facultad y un estudiante de Biología, a los vecinos se les instruyó en desastres, a fin de tener a la mano una mochila de emergencia, además de promover el control en la hipertensión y la diabetes, sin desplazarse a la cabecera municipal pues les lleva un trayecto de 30 minutos y regularmente no eran atendidos, explicó

Sostuvo, su labor fue satisfactoria y la recomendaría a más estudiantes, "aunque parezca agotador el servicio social en lugares lejanos. tenemos que regresar a la comunidad lo aprendido”.

Reconoció que una de sus dificultades era el traslado de Toluca a la comunidad señalada pues les tomaba de tres a cuatro horas, además de un gasto de 140 pesos para el viaje redondo, íbamos tres veces a la semana y casi al termino del proyecto aumentó la cantidad de días.

Detalló que la máxima satisfacción radicó en la amabilidad de la gente "porque nos abrió las puertas de casa, en un comedor comunitario nos proporcionaron alimento gratuito, en sus hogares siempre hubo gesto de apoyo, desde darnos un vaso de agua hasta charlas anecdóticas.

De 10 personas que asistieron a nuestras sesiones informativas, si en dos de ellas cambiamos el rumbo de su vida nos damos por bien servidos, creemos que por lo menos el 70% tomó las recomendaciones, eso es lo más agradable que sentimos.


Tutoría y Arborización

Erick Eduardo Noria Alvarado, egresado de la licenciatura en Ciencias Ambientales de la UAEM, participó en las brigadas de tutoría a estudiantes de primaria y organizó arborización en la calle Jesús Carranza de Tollocan a Venustiano Carranza.

En su experiencia comunicó que trabajó con niños de la Escuela primaria “General Manuel Ávila Camacho”, a quienes cada sábado de 09:00 a 13:00 horas, en la Facultad de Planeación se les apoyaba en la realización de sus tareas para que no desertaran.

De manera paralela, se efectuaban otras labores como una vista al Centro de Educación ambiental del Calvario y al parque Bicentenario de Toluca.

El objetivo, apuntó, era desarrollar actividades de diversión y aprendizaje, “a pesar de que somos adultos, siempre teníamos algo que aprender de ellos, nos mostraban algo que no podíamos ver”.

También organizó una jornada de arborización en la calle Jesús Carranza en el tramo de Paseo Tollocan a V. Carranza, al sembrar cerca de 80 plantas de especies adecuadas a un zona urbana para que no afecte la infraestructura.

Comenzamos dos personas y se sumaron cerca de 70, se estima que 40 árboles sobrevivieron con una altura de dos metros.


Voluntarios en el sismo

Tras el sismo del 19 de septiembre de 2017, la solidaridad brotó en varios jóvenes universitarios, es el caso de los de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la UAEM, quienes formaron brigadas en sus disciplinas.

En el caso de la Facultad de Ingeniería participaron cerca de 90 alumnos, quienes se desplazaron a los municipios de Joquicingo y Ocuilan para emprender dictamen técnicos de los edificios afectados por el siniestro.

El profesor Fernando Vera Noguez precisó que se apoyó en esa labor voluntaria a su alma mater, a las autoridades municipales, escuelas, iglesias, casas -habitación ubicadas en la zona centro. Asimismo, en Tenancingo en dos templos en coordinación con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Las brigadas se formaron por un profesor acompañado de siete alumnos para el levantamiento y posteriormente se mandaron los dictamen a los autoridades, se les capacitó para tomar criterios sobre si se tenían las condiciones para operar el inmueble.

Fue trabajo voluntario, primero en los inmuebles de la UAEM, luego revisamos todos los edificios sin costo alguno, a alumnos se les otorgó una beca de la Secretaría de Cultura.

En ese mismo plantel, el año pasado jóvenes reforestaron una zona del parque Sierra Morelos y se han sumado a otras labores o actividades de corte social.


Servicio Social

480 horas reglamentarias

6 meses como mínimo y 2 años como máximo.


FRASE

Nos fortaleció como profesionales, nos sensibilizó con la comunidad, siempre hay quienes necesitan más apoyo.

María Guadalupe Saldaña Álvarez, estudió la carrera de Enfermería en la UAEM.