El nivel que presenta actualmente la presa Miguel Alemán Váldes de Valle de Bravo, ha comenzado a afectar la principal actividad económica que tienen los habitantes del municipio: el turismo.
Fin de semana tras fin de semana, la cantidad de visitantes que recibe el Pueblo Mágico es menor, siendo el claro reflejo del nivel que presenta dicho embalse.
"Este es el peor año para nosotros (para los lancheros), yo creo que para todos. Ni aún en la pandemia estuvo tan mal como ahorita, por eso todos se están preocupando", confesó Guadalupe Munguía, prestadora de servicios turísticos de paseos en lancha.
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A decir de los propios prestadores de servicios turísticos dedicados a los recorridos en lancha por la presa de Valle de Bravo, la afluencia turística se ha mermado hasta en un 80% desde que el embalse no ha recuperado su máximo nivel de almacenamiento.
El turismo ha disminuido muchísimo, yo creo que un 80% ha disminuido.
"Y la poca gente que nos llega, sí nos dice que es una tristeza ver la presa con ese nivel", describió la entrevistada.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la presa de Valle de Bravo mantenía un nivel del 38.3% hasta el pasado 27 de junio, quedando al descubierto casi dos terceras partes del fondo de dicho embalse.
"Claro que también el cambio climático sabemos que sí, pero también es que se están llevando el agua de aquí", refirió Guadalupe.
Un día llueve, sube 10 centímetros y al otro día ya bajó 20 centímetros el agua, se la siguen llevando, llueva o no llueva.
La prestadora de servicios turísticos refirió que la afectación económica que se está viviendo en Valle de Bravo, por el nivel de la presa, no solo afecta a las familias que directamente viven del turismo.
Pues es un ciclo económico que, si el turismo no hace circular el dinero en el municipio, no se pueden comprar productos, bienes y servicios que día con día mantienen al municipio.
"No nada más los prestadores de servicios hagamos conciencia de lo que está sucediendo con la presa, sino que todo el pueblo participe en una situación de protesta", precisó.
Por lo que esperan continuar platicando de la situación con demás personas para activar las alertas de la autoridad gubernamental y atiendan el tema, antes de que se convierta en una crisis económica de la región irreversible.
"Seguirá bajando, como todos los sabemos, el agua de aquí la venden y yo no creo que quieran dejar de percibir ese dinerito, a menos que las autoridades municipales se pongan las pilas", finalizó.