Muchas de las banquetas de los municipios del Valle de México se encuentran llenas de obstáculos o en malas condiciones las cuales dificultan el libre tránsito de los peatones.
Desde piedras y cubetas hasta puestos de comida, postes sin funcionamiento y raíces de árboles muy crecidas, son algunos de los principales obstáculos a los que se enfrenta día con día la población misma que se ve en la necesidad de bajarse de la calle y caminar por el arroyo vehicular lo cual significa un riesgo.
Lo anterior debido a que el reglamento de tránsito señala que los peatones deberán caminar exclusivamente por las aceras y zonas destinadas para tal objeto, evitando obstruir o interrumpir la fluidez del tráfico; sin embargo, deben enfrentar todos estos obstáculos para cumplirlo.
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El Centro de Estudios de Movilidad Peatonal señala que el 91% de las personas sienten dificultades para caminar en las banquetas y 4 de cada 10 personas han sufrido graves lesiones. Asimismo, el 80% de los peatones se siente inseguro al cruzar las calles en los municipios de Naucalpan, Atizapán y Ecatepec.
María Luisa Reséndiz, investigadora del centro, refiere que la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que los accidentes viales generan cada año en promedio 1 millón 200 mil víctimas fatales y los peatones representan el 22% de todos los fallecimientos en la vía pública.
De igual forma, afirmó que la movilidad peatonal en municipios del Valle de México está totalmente reducida al 70% porque los gobiernos municipales se han olvidado de trabajar en este tema.
Derechos de los peatones:
El peatón tiene derecho a una movilidad libre, segura, incluyente, continua y accesible, Las banquetas deben permitir el paso de cuando menos dos sillas de ruedas descontando el espacio del mobiliario urbano y vegetación.
Tomás Martínez, es parapléjico, todos los días sale de su casa en Naucalpan para ir a su trabajo que se encuentra a 12 cuadras mismo que recorre en su silla de ruedas.
Sorteo banquetas dañadas, coches mal estacionados, rampas mal diseñadas, puestos callejeros y raíces de árboles entre otros obstáculos.
Lo anterior a pesar de que el traslado en su silla de ruedas es de más de media hora cada día en parte, debido a que no hay infraestructura urbana adecuada para las personas con discapacidad.