Como una “barbaridad jurídica” calificó el notario Jorge Ramos Campirán, la propuesta de reforma que promueven legisladores del Partido Acción Nacional (PAN), en torno a la validez del testamento escrito en este tiempo de pandemia.
El fedatario público con residencia en Metepec explicó que la propuesta carece de sentido jurídico y sólo provoca inseguridad jurídica, pues podría convertirse en un arma para ejercer presión, abusos, falsificaciones y violencia contra el testador.
Lo anterior, en función de la iniciativa de reformas al Código Civil y al Código de Procedimientos Civiles, ambos del Estado de México presentado a la LX Legislatura local por diputados de la fracción parlamentaria del PAN.
En su exposición de motivos, el PAN argumenta que la pandemia de Covid-19 “ha originado la generación de políticas públicas que prevengan, atiendan y resuelvan un sin número de hechos y situaciones que no tenían previstas o bien, sólo se atendían de forma generalizada”.
También justifica su escrito al afirmar: “la cultura testamentaria es un tema que aún está rezagado entre los mexiquenses”, pues en la entidad “sólo tres de cada 10 personas cuentan con testamento”.
Precisamente por esas razones, aseveró, el testamento cerrado y ológrafo fue derogado hace ya muchos años, recordó en Notario Público número 125, al recordar un gran número de casos donde un testador fue obligado a firmar en un contexto de violencia.
Los diputados deberían estar trabajando en reformas que realmente protejan a las mujeres y a los menores de conductas que los lastiman y garantizarles una vida digna en lugar de andar promoviendo ocurrencias que afectan gravemente el estado de seguridad jurídica de los gobernados.
De aprobarse esa aberración jurídica, aseguró, estaríamos regresando a los problemas que provocaban los testamentos ológrafos y cerrados como la violencia y dolo al testador, falsificación de firmas y huellas dactilares, falsedad de declaraciones, testigos preparados y los consecuentes problemas legales derivados de estos hechos.
El también expresidente del Colegio de Notarios mexiquense, recordó que el testamento es un acto jurídico, que se otorga ante un notario que tiene fe pública, donde el testados otorga su voluntad clara y precisa, sin presiones y dolo.
Además, dijo, se certifica la capacidad jurídica y física del testador, y en el protocolo se redacta su voluntad de quienes serán sus herederos, se nombra a un albacea.
Resaltó que para dar mayor certidumbre jurídica a las personas, se logró consolidar el Registro Nacional de Testamentos, donde cada notario informa del testamento que se otorgó ante su fe.
Ramos Campirán subrayó el peligro que para la institución del testamento significaría la aprobación de esta iniciativa de reforma a la ley, pues con ella se abriría un desorden jurídico, el cual no garantiza ni da certeza a la población mexiquense, pues con ella se desbordará el andamiaje legal de nuestra sociedad y del Estado.