"Ser barrendero es un oficio muy limpio, pero poco reconocido por la sociedad que cada vez se ha vuelto más sucia, pues ni siquiera barre afuera de su casa", señaló doña Rosa, quien desde hace ocho años vive de la escoba.
“Hace muchos años la gente salía y barría el frente de su casa y eso nos ayudaba a nosotros a mantener limpias las calles, hoy salen y dejan su basura afuera”, platicó doña Rosa, una mujer de 60 años de edad, asignada al área de limpia del ayuntamiento de Toluca.
Declaró que años atrás laboraba como supervisora de hospitales, pero la compañía se retiró de Toluca y por lo mismo, entró a trabajar de barrendera en la administración de Martha Hilda González Calderón.
“Es cierto que ahora vivo de la escoba, pero siempre en mi casa la he usado, es un artículo que nunca falta en el hogar y que la mayoría de amas de casa utiliza”, afirmó.
Vecina de la colonia Tlacopa de Toluca, doña Rosa expresó que ante la falta de un sostén familiar, ella tomó ese rol y sacó adelante a sus cuatro hijos.
“Hoy sigo trabajando de barrendera y claro que me gusta mi trabajo, pues he sacado adelante a mis hijos, aunque no te puedo negar ya los años pesan”, añadió.
Precisó que ya cumplirá ocho años barriendo calles de la ciudad de Toluca y lo seguirá haciendo hasta que Dios le de fuerzas.
Explicó que diariamente les asignan una calle y cierta distancia, misma que deben de tener limpia, pues su tarea es constantemente supervisada.
“Entramos a las 07:00 horas y salimos a las 13:00 horas, después entra nos releva otro compañero que trabaja en la tarde, ello con el fin de que todo el día las calles estén limpias”, subrayó.
Dio a conocer que este lunes le fue asignada la calle de Santos Degollado, desde Pino Suárez hasta Bravo, y aunque termine pronto su actividad, tiene que estar al pendiente de su labor.
En estas fechas, informó, es muy un poco más el trabajo, debido a las hojas que caen de los árboles, mismas que tienen que retiras de las calles.
“Mira ahorita ya llevo mi carrito y todavía me falta, tengo que ir a descargar lo que llevo y luego regresar a seguirle”, enfatizó doña Rosa.
Lamentablemente reconoció que este oficio es muy poco reconocido por la ciudadanía, a pesar de ser uno de los más “limpios”, tras referirse a la honestidad y servicio.
“Si la gente ya no nos reconoce la labor que hacemos, es más ya son más sucios, pues antes barrían el frente de su casa y hoy nos dejan sus bolsas de basura”, añadió.
Mencionó que son muy pocas las personas que les reconocen su labor con la escoba y a veces les dan para tomarse un refresco o inclusive les dan algo de comer.
“No te puedo decir que todos son así, porque encontramos gente amable que nos ofrece un refresco o algo de comida, pero también hay automovilistas que nos gritas cuando estamos trabajando”, aseveró.
En sus ocho años de servicio, informó que nunca se ha encontrado dinero o joyas, como otros de sus compañeros, aunque si es constante que se encuentren con animales muertos.
“En una ocasión un compañero se encontró una bolsita con casi mil pesos y pues le tocó suerte. Yo si me he encontrado un peso o hasta 10 pesos, pero no más”, comentó doña Rosa.
Finalmente afirmó que la falta del reconocimiento social, puede verse en el Día del Barrendero que es en el mes de agosto y qué pasa desapercibido incluso para las autoridades.