Hasta ahora, se encuentra demostrado que el cambio de horario no afecta de manera negativa el organismo del ser humano, pero lamentablemente en los últimos años (debido a intereses de tipo político), se le ha visto más como un obstáculo que como una oportunidad para ahorrar energía.
Luis Ponce Guadarrama, psiquiatra de la clínica 220 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señaló en entrevista que puede haber alguna alteración con dicho esquema, pero principalmente cuando se realiza la modificación al horario de invierno, porque la gente tiene la idea de que hay menos luz y puede presentar depresión.
“Tenemos un relog biológico que hace que nos despertemos a determinadas horas; y el hecho de que se modifique el horario ocasiona que tengamos un poco más de sueño en lo que nuestro organismo se adapta, presentándose entre la gente cansancio, irritabilidad y fatiga”, manifestó.
Sin embargo, indicó, “no debemos perder de vista que el esquema tiene el objetivo de registrar un beneficio de tipo económico, como ocurre en Rusia, Bulgaria y Francia, en donde los resultados han sido muy importantes”.
El especialista agregó que si fueran significativas las afectaciones hacia la población la misma Organización Mundial de la Salud, ya se hubiera dado a la tarea de prohibir su implementación.
“No debemos olvidar que existen países en donde el horario de verano se ha venido aplicando desde hace varios años con muy buenos resultados. Nuestro objetivo debe ser el de adaptarnos para poder acceder a una mejor economía”, externó.