Un postre que acentúa el sabor tradicional de Valle de Bravo son las campechanas, un pan tipo hojaldre bañado en caramelo con un sabor y olor ahumado hecho en hornos de leña.
Estos panes crujientes son hechos de manera rectangular, parecerían ser lingotes de oro que brillan cuando el sol sale por las mañanas y les pega a las canastas dónde se encuentran acomodadas.
La mayoría de los panaderos que las hacen y venden en Valle de Bravo provienen de la comunidad de San Gaspar, y son distribuidas en puntos estratégicos para el turismo, como el Callejón del Hambre, el Mercado de Artesanías o el Embarcadero Municipal ya que se han convertido en un producto emblemático de este Pueblo Mágico que debe de ser comido por quién lo visite.
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A pesar de que la receta vallesana de las campechanas es un misterio, los ingredientes de los cuales están hechas consisten en harina de trigo, azúcar, sal, agua y manteca vegetal o de cerdo. Cubriéndolas con clara de huevo y azúcar para que se caramelice y sean degustadas por los habitantes y visitantes de este municipio del Sur mexiquense.
Son ideales para ser comido como tentempié, o con leche con chocolate durante la merienda, siendo un producto exclusivo de este municipio, el cuál realizan las familias vallesanas desde hace más de 30 años.
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Sus costos varían dependiendo de la cantidad de campechanas que contenga una bolsa, aunque, por lo general, se venden de ocho a diez piezas por 30 pesos.
Por lo que, la próxima vez que se visite Valle de Bravo, será un producto digno de comprar y degustar, el cuál endulzara el oído y el paladar con sus texturas y sabores típicos de la región.