Ixtlahuaca, México.- Al celebrar 25 años de representar la muerte de Jesucristo, pobladores de San Pedro de los Baños vivieron su propio Viacrucis al cargar su cruz y acompañar el dolor del joven que desempeñó el papel principal junto con poco más de 100 actores, “son 25 cruces y mismo número de personas que en esta ocasión se unieron en esta representación”, dijo Juan Carrillo, cronista de esta población, quien también participó como apóstol.
Bajo los rayos del sol, Ricardo González -quien desempeñó el papel de Jesucristo- y Ana Cruz Día -María-, acompañados por otros 25 pobladores, cargaron por cuatro kilómetros una pesada cruz de madera, durante la representación del Viacrucis en esta comunidad perteneciente al municipio de Ixtlahuaca.
Y es que en esta ocasión, derivado del festejo de los 25 años de dicha representación cuya ruta es del centro de la comunidad al paraje de El Pedregal, los comuneros acompañaron el acto cargando 25 cruces, “es una forma de que también el pueblo se una al sufrimiento de Jesucristo”, comentó el cronista.
Jorge Vázquez, miembro del grupo de Semana Santa y encargado de la representación, informó que en esta ocasión participaron poco más de 100 actores y reunió a casi 12 mil habitantes de esta comunidad, “esta es una representación que ya tiene 25 años llevándose a cabo del centro al cerro de El Pedregal que es dónde se lleva a cabo la crucifixión”, mencionó.
Indicaron que para ello, tuvieron que pasar varios meses de preparación, “aquí escogemos muy bien a quién va a representar a Jesucristo, en este caso Ricardo es un joven soltero y con una buena reputación entre la comunidad”, señaló Juan Carrillo.
Ambos detallaron que la costumbre del pueblo implica primero visitar la capilla que se ubica en el cerro de El Pedregal para rezar y colocar una veladora a las imágenes que ahí se encuentran, luego presenciar la crucifixión de Jesús y finalmente después de la intervención del sacerdote, convivir junto con la familia.
Aseguraron que aunque muchos pobladores esperan hasta que se lleva el acto último, la gran mayoría cumple con el pesado recorrido que comprende cuatro kilómetros, “muchos van acompañando todo el trayecto y en esta ocasión, 25 personas vestidas con un atuendo morado se sumaron a cargar su cruz y vivir lo que tiene que padecer Jesucristo”, añadió el cronista del pueblo.
“La cruz que cargó el joven Ricardo -Jesús- pesa poco más de 80 kilos, las demás cruces pesan menos, pero también representa un Viacrucis, pues comparten el dolor de Jesús”, añadió Juan Carrillo quien también cumplió 25 años de participar, en esta ocasión como apóstol.
Cabe señalar que al final del acto los pobladores se reunieron en familia y disfrutaron de la tarde, “aquí es una tradición que después del acto, se reúnen con sus familias y comparten el pan y la sal, se convierte prácticamente en una tarde familiar”, finalizó el cronista.