Toluca, México.- Los llamados “patrimoniosde papel”, o casas de interés social, a los que tienen accesolos trabajadores, no sólo envuelven problemas de endeudamientosmillonarios impagables, también resultan ser propiedades que encinco años de habitarlas, se vuelven un gasto adicional enreparaciones por goteos, fisuras en paredes y cimientos quepresentan irregularidades.
Federica Rojas, propietaria en elfraccionamiento Rancho San Juan, el año pasado solicitó alInfonavit una revisión de su vivienda por deterioros en lasparedes, cimientos y puertas, pero luego de la revisión medianteun peritaje, el personal no volvió. La propietaria se quedó en lalista de casos como sucede con otros acreditados.
Se acercó a la ProcuraduríaFederal del Consumidor (Profeco), pero sólo le dieron citas sinrespuesta, entre audiencias por cerca de 10 meses y no leresolvieron el problema.
“Nadie nos darespuesta, ni Infonavit ni Profeco, ni mucho menos el municipio ymientras tanto mi casa prácticamente se está cayendo en pedazosy no será raro que el día de mañana tenga que dormir enla casa de los vecinos”.
La propietaria explicó quesolicitó el apoyo de Protección Civil de Almoloya de Juárez paraverificar las condiciones de su vivienda, pero se negaron aacudir.
Al igual que la vivienda deFederica Rojas, existen otras propiedades con los mismosproblemas.
El fraccionamiento cuenta con másde 8 mil viviendas, según la publicidad de la desarrolladora, ensu mayoría aún sin habitar.
Los problemas más comunes son lasfisuras en las paredes, el desgaje de los repellados y lasdescomposturas en las puertas.
Según las pólizas de segurorevisadas, este tipo de desperfectos, ya no los absorbe laconstructura.
“Nos hemosacercados a los arquitectos de la constructora, pero lo único quehan hecho, es enviar albañiles que tapan las fisuras y te aguantasolo unos meses y se vuelve a caer”.
Los inquilinos adjudican losdesperfectos al tipo de material que se usó para la construcciónde las casas, que son de la más baja calidad.
Mediante un recorrido por elfraccionamiento, se pudo constatar que los mismos problemas lospadecen la mayoría de vecinos.
“Con laslluvias se cae el repellado, pero eso ya no lo consideran en lapóliza los de la desarrolladora”, explicaron los inquilinosconsultados.
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