Feliz es la palabra que describe el momento cuando María Teresa Tapia se miró al espejo y vio sobre su rostro el diseño de sus nuevas cejas.
Más allá de un procedimiento estético, implicaba realzar su autoestima en medio de todos los tratamientos oncológicos que ha debido llevar a cabo, tras ser diagnosticada con trombocitemia esencial.
Recibe tratamiento oncológico desde hace seis años, el cual le ha provocado la pérdida parcial de cabello y de las cejas, comentó su hija Jessenia Pérez.
Explicó que su enfermedad es un tipo de leucemia que eleva las plaquetas en la sangre, las secuelas presentadas son relativamente leves, ocasionalmente uñas en color morado, pérdida de cabello y cejas.
Jessenia confesó que lo preocupante es que su mamá, anímicamente, pasó por momentos difíciles.
“Se pierde algo en el cuerpo, en la cara lo que más vemos y eso la deprimió mucho".
Sin embargo, recuperó algo de su felicidad cuando acudió a un establecimiento estético para que le pigmentaran las cejas de manera gratuita.
Y es que la mirada es el reflejo del alma, la cual es enmarcada por las cejas.
Algunas mujeres que padecen cáncer pierden sus cejas a causa de los tratamientos oncológicos, aunque actualmente a través de la técnica del microblading es posible dibujarlas con pigmentos minerales.
Conscientes del apoyo que se les brinda a estos pacientes, dos establecimientos dedicados a hacer este arreglo estético han ofrecido su servicio de manera gratuita a las personas diagnosticadas con cáncer.
Por solidaridad
En entrevista, la diseñadora Gabriela Arciga Becerril comentó que en su establecimiento promociona ese tipo de tratamiento de manera gratuita, todo el año, para las mujeres que padecen o vencieron algún tipo de cáncer.
Ello como un gesto solidario y de reconocimiento a su fortaleza física y emocional.
Desde hace un año y medio ha realizado esta labor. En ese lapso ha apoyado a cerca de cuatro mujeres, a quienes se les diagnosticó cáncer de mama, ovario y en otras zonas del cuerpo.
“En lo personal mi papá tuvo cáncer en los intestinos, fue algo que me motivó a desarrollar esta iniciativa”, explicó.
Gabriela tiene su establecimiento en Toluca y narró que cuando termina el proceso estético, las pacientes oncológicas se miran al espejo y se les ilumina el rostro por el resultado.
“No sólo es la apariencia física, también es un tema de autoestima que a veces disminuye por su enfermedad y el verse al espejo con cejas es un pasito, un apoyo, un granito de arena a la reconstrucción de su vida”, sostuvo Gabriela.
Generan comunidad
Por su parte, "Chingonas Beauty Bar", un establecimiento en Metepec, lanzó por primera vez durante los meses de octubre y noviembre la promoción de un servicio gratuito de microblading oncológico.
Esto en apoyo a las pacientes con cáncer de mama, con el fin de generar comunidad y apoyar a las mujeres en esa condición de salud, comentó en entrevista Patricia Yamin, propietaria del lugar.
Explicó que las pacientes, en la mayoría de los casos, tras someterse a tratamientos oncológicos presentan pérdida capilar y de cejas.
“La chica que hace las cejas me sugirió la idea; no me cobra, ella pone su arte y yo el material”, indicó.
Consideró que no es sólo un tratamiento de imagen, sino que les ayuda a elevar su autoestima, al verse al espejo o tomarse una selfie, pues a veces lo evitan.
Afirmó que la labor de Arciga es muy noble, porque con su técnica devuelve un poco de felicidad a las pacientes.