La violencia, cultura de la muerte y crimen organizado, son expresiones de esa “tiniebla” que ha invadido al hombre, señaló el vicario de la Arquidiócesis de Toluca, Antonio Hurtado Carmona, quien pidió a la feligresía reunida en la Catedral por el Día de la Candelaria, tomar a Jesús como luz para iluminar estas oscuridades del mundo.
Desde las 11:30 horas fieles con el Niño en Dios en brazos fueron llegando a las instalaciones de la Catedral de Toluca donde al filo del mediodía, se realizó una de las tres celebraciones por el Día de la Candelaria.
A las afueras del templo, vendedores de velas y hasta retoques urgentes de Niños Dios, ofrecieron sus servicios previo a la entrada a la celebración eucarística que fue celebrada por el vicario general de la Arquidiócesis de Toluca, Antonio Hurtado Carmona.
Previo al inicio, dos sacerdotes pidieron a la feligresía católica reunida prender sus velas y posteriormente recorrieron el templo para bendecir las imágenes del Niño Dios que fueron llevadas con vestimenta diversa.
En la homilía, la autoridad eclesiástica explicó que este día es de fiesta porque Jesús se convierte en la luz que viene a disipar todas las tinieblas del hombre, es decir, personales familiares y sociales, mismas que se viven todos los días y que son evidencia de la condición humana.
“En esta realidad hemos roto ese vínculo que nos une a Dios, hoy cuántas tinieblas hay en la historia humana, incluso en nuestra propia persona, que además aparecen día con día como la mentira, violencia, cultura de la muerte, aborto, crimen organizado y otras expresiones de esas tinieblas que han invadido al hombre y presentan la presencia del maligno”, refirió.
Otra de las tinieblas que merman al hombre, dijo, es la ambición, dicho en otras palabras el poder entendido como la oportunidad para satisfacerse de beneficios personales y no como un servicio de entrega y donación a la comunidad.
“También son tinieblas el materialismo, hedonismo, la sensualidad y la violencia en familias y hogares. Cuántas tinieblas han venido al mundo y no hemos dejado que Jesús sea la luz que brilla”, añadió Hurtado Carmona.
Además, añadió, cuántos fratricidios hemos vivido, es decir hermanos matando hermanos quizá no de sangre pero si de de condición humana, cuántos se han pisoteado, ignorado, maltratado y abusados.
“Cuántos se dicen iluminados que no son luz e incluso estamos deseosos que nos tracen un camino, cuando ese no es el camino, pues Jesús es la única y verdadera luz”, subrayó la autoridad eclesiástica.
Finalmente pidió a los fieles ser imagen de Dios y así como traen bien vestidas sus imágenes cuando son dañadas, también se deben de preocupar por su imagen propia y convertirse en luz para los demás.