Quemar material combustible de manera controlada al interior de un bosque es una estrategia eficaz para el combate de incendios forestales en tierra. En el municipio sureño de Valle de Bravo se ha implementado y es conocida como "los cinturones negros".
Previo a la temporada de estiaje de 2023, autoridades ambientales implementaron dicha estrategia en 400 metros lineales de bosques vallesanos, con el objetivo de cortar la continuidad horizontal del material combustible que se encuentra a ras de suelo.
Una vez quemados los pastizales, "los cinturones negros" forman una línea de control, la cual detiene y controla el avance del fuego de un incendio forestal.
Por tanto, cuando ocurra un incendio forestal cortará su camino en "los cinturones negros", pues ese material quemado no servirá como combustible para que el incendio siga avanzando.
Dicha estrategia fue implementada por la Coordinación de Ecología de Valle de Bravo, la Brigada 711 de la Protectora de Bosques del Estado de México (Probosque), la Subestación de Bomberos de Valle de Bravo y la Brigada Eco Alfa.
Asimismo, a través de un comunicado de prensa, el Ayuntamiento de Valle de Bravo informó que dicha estrategia está siendo ejecutada por personal capacitado en el combate de incendios forestales.
"Importante que sepan que no son incendios, son trabajos preventivos con fuego controlado, por lo que les pedimos no reportarlos a emergencias", informaron las autoridades municipales.
En 2022, Valle de Bravo ocupó el primer lugar en cuanto al número de incendios registrados a nivel estatal, al reportar 83 siniestros según datos de Probosque.
Estos 83 siniestros afectaron 272.17 hectáreas de bosque, por lo que es necesario implementar este tipo de estrategias de manera preventiva.