Tlalnepantla, México.- Tras el registro de diversas anomalías durante una verificación en las instalaciones del relleno sanitario de esta demarcación, la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de México (COPRISEM), dependiente de la Secretaría de Salud, anunció el cierre definitivo de este confinamiento de basura.
Como resultado de esto, las autoridades locales informaron que el cierre de este relleno no trae problemas de acumulación de residuos sólidos urbanos debido a que estos se transportan a los de Naucalpan y Cuautitlán, sitios que cuentan con las autorizaciones ambientales respectivas.
La Dirección de Servicios y Mantenimiento Urbano informó que de forma inmediata a la suspensión del relleno sanitario concesionado a la empresa Veolia Residuos Bajío S.A de C.V, se implementaron medidas para que a través de camiones de transferencia se pudieran enviar a los municipios referidos las 750 toneladas de basura que se generan diariamente en Tlalnepantla.
Indicó que para ello, se están utilizan las dos estaciones de transferencia con las que cuenta el municipio, una ubicada en el pueblo de San Pedro Barrientos, y la otra en San Juan Ixhuatepec, que son parte del equipamiento de la demarcación.
Cabe resaltar que en 2018, dicho relleno sanitario, cumplió su vida útil y terminó su concesión luego de dos décadas de operar. Sin embargo, de acuerdo con los cálculos del especialista en la materia, Tomas Cardona, si no se clausura este relleno sanitario de Tlalnepantla para este 2019 producirá 90 millones de metros cúbicos de biogás, ''el equivalente a tener a lo largo de 250 kilómetros 16 mil 750 pipas de gas de 40 mil litros con las válvulas abiertas''.
Según el documento “Proyecto de Crecimiento y Vida Útil del relleno sanitario”, en 2006 el confinamiento acumuló al menos 2 millones 478 mil toneladas de desechos domésticos, por lo que se prevé que al término de la concesión y su vida útil (en 2018), habrá sepultadas 6 millones 261 mil toneladas de basura, 2 millones más del antiguo vertedero a cielo abierto que se tenía.
Finalmente, las autoridades correspondientes informaron que dicho relleno sanitario no genera moscas, fauna nociva ni emisiones pestilentes. Los lixiviados (jugos de la basura) son captados en una presa contigua al confinamiento y una membrana subterránea de polietileno evita filtraciones de contaminantes al subsuelo, de acuerdo al estudio.