San Felipe del Progreso, Méx.- Con danzas, procesiones y ofrendas, habitantes de este municipio mazahua festejaron a su santo patrono Nuestro Padre Jesús a quien le quemaron en su honor poco más de 60 castillos de fuegos pirotécnicos como agradecimiento a los favores recibidos durante el año pasado y de paso pedirle por un futuro mejor.
Cada año prácticamente la población mazahua de San Felipe del Progreso se vuelca para festejar a su santo patrono, impulsados por la fe que embarga a las comunidades pertenecientes a esta demarcación ubicada en la zona norte del estado.
Desde la mañana de este miércoles, comenzaron a arribar al atrio de la iglesia, decenas de feligreses católicos con vestimentas coloridas para danzar y “festejar a Nuestro Padre Jesús, aquí desde cinco días atrás, nos preparamos para festejar a nuestro Santo Patrono, es una fe que tenemos muy arraigada”, comentó una habitante de la cabecera municipal.
Alrededor del medio día, se llevó a cabo la ceremonia religiosa correspondiente, mientras grupos de danzantes bailaban y cantaban. Además, a las afueras de la iglesia se colocaron dos pasteles gigantes que ofrecieron a los presentes, “son dos pasteles que ofrecemos para los visitantes, yo creo que estos pasteles alcanzarán para al menos tres mil personas”, indicó el dueño de una pastelería que ofreció este alimento.
Una vez que finalizó la misa, los fieles provenientes de las distintas comunidades y barrios del municipio, realizaron una pequeña procesión con sus imágenes, “ahorita se hace una pequeña procesión y ya después se van con sus imágenes a las distintas comunidades, donde ofrecen comida y bebida a todos los que se acercan”, indicó uno de los mayordomos.
Ernesto Colín, mayordomo de uno de los barrios de este municipio, explicó que esta tradicional festividad se realiza para agradecer los favores recibidos durante todo el año, pero también para pedir por el año que entra, “muchos adornan sus santos con aguacates como ofrenda para agradecer a Nuestro Padre Jesús por lo recibido y porque traiga un año mejor”, detalló.
Cabe señalar, dijo, que en esta festividad que es la más importante del municipio, se llegan a quemar hasta 60 castillos, “desde las vísperas, se queman entre 8 y 10 castillos por noche, lo que prácticamente nos da una suma de casi 60 castillos de fuegos pirotécnicos”, explicó.
“Antes se paraban todas las actividades del municipio y todos se concentraban en la festividad, aunque ahora no es lo mismo, el fervor de la gente no ha disminuido y se sigue venerando a nuestro santo”, agregó.
Finalmente, indicó que además de lo colorido de la fiesta que incluye las danzas y el folclor de la zona mazahua, también resalta la gastronomía de la zona, donde los visitantes pueden encontrar desde una barbacoa hasta el pan de pulque o el mole, “aquí se hace comida en todos lados y si tu vas a algún lugar, te ofrecen de comer”, finalizó Ernesto Colín.