La mayoría de giros pequeños que se ubican en el primer cuadro de la capital mexiquense, continuarán otorgando servicio, pese a la contingencia nacional generada por el COVID-19.
Mediante un recorrido hecho por algunos comercios, se constató que se han comenzado a tomar medidas sanitarias para evitar contagios, pero los empleados no tendrán descansos.
“Todo sigue normal, no nos han dicho si vamos a tomar descansos, pero sí nos están obligando a tomar medidas sanitarias”, comentó Laura Rodríguez, empleada de una tortería ubicada en las alacenas de la plaza Fray Andrés de Castro del centro de la ciudad.
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Los negocios han optado por mejorar sus medidas sanitarias como ofrecer gel antibacterial a sus clientes, usar guantes para cobrar el efectivo y usar cubrebocas.
“La única medida que tenemos es el gel antibacterial, no hay otra”, comentó Andrea Pelayo, empleada de una paletería de los Portales.
BUENA ESTRATEGIA
Para el economista Eduardo Garduño Campa, es necesario que los establecimientos, sobre todo, los pequeños, se mantengan abiertos, pues por el contrario en menos de tres meses se caería en una recesión económica.
“Al perder el pequeño comercio, se pierden una gran cantidad de empleos y se vienen una situación más compleja, los negocios informales no pueden parar porque cerca del setenta por ciento en el país, están en esa condición”, explicó el especialista entrevista telefónica para este diario.
Dijo que se requiere organización y exhortar medidas sanitarias para todos los sectores, en especial para el informal.
A dicho sector se le debe sugerir una rotación para evitar que cierren al cien por ciento y vigilar sus medidas sanitarias con sus clientes.
“No puedes cerrar el sector informal, porque afecta a incontables familias que viven de ello”, agregó Garduño Campa.
Asimismo, expuso que entre los compradores debe existir organización para evitar salir en masivo a las calles a realizar compras.
También evitar compras de pánico para no caer en la especulación de precios y que la economía caiga en recesión.