Dan las 05:00 horas del 3 de diciembre y la fe católica comienza a despertar entre las y los vallesanos.
Se trata del inició del novenario en honor a la Virgen María de Guadalupe, con el rezo del Santo Rosario de Aurora, para preparar los corazones de los feligreses en esta fiesta patronal.
Suena una campanada en la parroquia de San Francisco de Asís, ubicada en el centro del municipio. A esta, la acompaña el estruendo de un cohete anunciando el inició del Santo Rosario.
Cae árbol en la salida de Valle de Bravo
Cada Padre Nuestro y Ave María, encienden una llama de esperanza y fe en las calles obscuras del Pueblo Mágico.
A cuestas, son ocho hombres los llevan a una Virgen de Guadalupe de cuerpo completo, la cuál mide más de 150 centímetros y pesa más de 50 kilogramos.
Peregrinan un par de decenas de vecinos por la calle Independencia, parten desde el atrio de la parroquia de San Francisco de Asís con dirección a la capilla de la Virgen, ubicada en el barrio de la Capilla, en lo alto del Cerro de Bolita.
Son acompañados con la misericordia y protección de la Guadalupana, quien llega a reposar en su nicho, donde se celebra la primera eucaristía de aurora de este novenario.
Estas peregrinaciones de madrugada son una tradición propia de Valle de Bravo, el cuál se rinde ante la fe católica que emana de la morenita que apareció en el Tepeyac el 12 de diciembre de 1531.
Al concluir el rezo del Santo Rosario, se ofició una misa en la Capilla de la Guadalupana, donde pidió por las necesidades de quienes se 'desmañanan' para acompañar a la Virgen en su caminar hasta su altar.
Asimismo, pidió por las necesidades del Pueblo Mágico, pidiéndole a Santa María de Guadalupe por su intercesión ante Dios.