La presencia de heces fecales en la presa Miguel Alemán Valdés representa un riesgo sanitario para las personas que entren en contacto directo con el agua que almacena dicho embalse.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la alta presencia de heces fecales en el vaso de almacenamiento, advierte una serie de riesgos sanitarios que impactarían de manera negativa a la salud humana al estar presente la bacteria E-coli.
Lo anterior sucedió el pasado 28 de julio cuando la Conagua recomendó no realizar la prueba de natación de la 34 edición del Triatlón Valle de Bravo, debido al riesgo sanitario que representa entrar en contacto con el agua contaminada.
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"De acuerdo con el monitoreo de la calidad del agua que la Conagua toma mensualmente en la presa de Valle de Bravo, se obtuvieron resultados históricos de coliformes totales y fecales de enero a junio de 2022", concluyó la dependencia federal.
La presencia de heces fecales vertidas directamente en el agua, tanto por humanos como por animales, provoca que la bacteria E-coli esté presente en el embalse Miguel Alemán Váldes. Dicha bacteria se reproduce en el intestino distal de los organismos de sangre caliente y se encuentra comúnmente en la carne picada cruda o poco cocida, leche cruda y hortalizas contaminadas por materia fecal.
Síntomas y daños a la salud
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS-2018), esta bacteria provoca en el ser humano calambres abdominales y diarrea que puede progresar, en algunos casos, a diarrea sanguinolenta (colitis hemorrágica). A esta serie de problemas tambien se le suman la fiebre y los vómitos frecuentes, causando una deshidratación al organismo humano.
La E-coli se incuba de entre 3 a 8 días, pero a partir del tercero y cuarto día se presentan los primeros síntomas por lo que la etapa de recuperación es de hasta 10 días para una persona con sistema inmunológico sano.
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En lo que respecta a menores de edad y personas de la tercera edad, esta bacteria puede provocar el síndrome hemolítico urémico que se caracteriza por una insuficiencia renal aguda, anemias hemolítica y trombocitopenia.
Asimismo, la OMS advierte que en menores de edad la E-coli provoca convulsiones, accidente cerebrovascular y puede inducir a un coma.
Ante dicho panorama, nadar en un embalse o tomar agua de un arroyo contaminado por heces fecales, tanto de humano como de animales, no está recomendado por la OMS ni por la Conagua, como medida preventiva para evitar un daño sanitario severo a una comunidad deportista-triatleta.