Tras la caída de nieve en el volcán Xinantécatl, las comunidades aledañas a la montaña han padecido con las bajas temperaturas y deben soportar el frío durante estos últimos días.
Aunque la caída de nieve causó entusiasmo entre los visitantes, no es lo mismo para las familias que deben continuar en la cosecha de papa y arreo de animales.
"Se mira bonito para los que vienen de fuera pero no es lo mismo vivir aquí", comentaron vecinos de la comunidad de La Siervita, ubicada en una ladera.
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Allí en la Siervita como en otras comunidades, el agua amanece congelada, incluso desde las mangueras.
Por lo que los habitantes deben golpear con un palo durante las mañanas para descongelar el agua.
“El agua se congela hasta en las mangueras y hay que pegarle con un palo para que salga, así de frío hace aquí”, comentó una vecina de Loma Alta.
Las temperaturas que deben soportar las familias van de los cero a los menos cinco grados durante las mañanas.
Por las tardes, el viento que baja del volcán obliga a que las personas se refugien en sus hogares y suspendan sus labores.
“Lo que hacemos es juntar leña en el monte unos meses antes para resistir en diciembre y enero”, explicaron.
Las familias se refugian frente al fogón de sus casas durante las tardes y noches antes de irse a dormir. En algunos hogares colocan cartón en las paredes y techos para evitar que el aire se filtre.
“Hay que prepararse bien para el invierno, uno aquí duerme por lo menos con diez cobijas para aguantar el frío en la madrugada y no enfermarse”, señalaron.
Durante diciembre algunas personas y corporaciones de Protección Civil acuden a las diferentes comunidades para donar ropa abrigadora y cobijas a las familias más necesitadas.
Este año los lugareños ya esperan la ayuda de voluntarios para resistir la entrada del invierno.
“Esperemos que este año también las personas vengan y traigan ayuda, porque se necesita, sobre todo para los niños”, comentaron los vecinos.