Con una celebración atípica debido a las medidas sanitarias por el Covid-19, la feligresía festejó a la Virgen del Carmen, con un aforo permitido del 70%, sin embargo, las personas no dejaban de llegar.
La virgen recibió las tradicionales mañanitas a las cinco de la mañana, y posteriormente fueron programadas misas a las 8:00, 10:30, 12:00, 13:30, 16:00 y 18:00 horas.
Afuera del templo podían observarse las danzas características de esta celebración, las cuales los asistentes se detenían a observar.
Para Susana Ramírez, el hecho de estar presente en esta celebración tiene un gran significado, sobre todo por el momento de pandemia por el nuevo coronavirus que todavía se vive.
Recordó que el año anterior no pudo asistir porque el Semáforo Epidemiológico se encontraba en rojo, y las celebraciones, así como las actividades religiosas, fueron suspendidas para no aumentar el riesgo de contagios.
“Decidí acudir para agradecer a la virgen por las bendiciones recibidas en el último año y pedir, principalmente para que nos conceda salud, durante esta pandemia que no cede”, expresó.
Durante este día, pudo observarse, tanto en el interior como exterior del templo, a varios niños y niñas vistiendo el hábito café de la Virgen del Carmen.
Otras personas acudieron con sus imágenes, escapularios y estampas de la virgen, con el propósito de recibir la bendición por parte del sacerdote.
“¡Los escapularios se me terminaron!”, señaló una vendedora tradicional quien cada año se coloca en el exterior del templo, sin embargo, todavía tenía estampas y pulseras rojas alusivas a la virgen, así como de otros santos.
Durante las misas, se hizo uso de gel antibacterial y tapetes sanitizantes, como lo marcan las disposiciones sanitarias emitidas por las autoridades de Salud; aunque por momentos quedaba atrás la sana distancia en el exterior del templo.
Otra de las medidas que se implementaron este año, fue la de prohibir la instalación de la feria, lo cual también ocurrió el año anterior.
Mientras que, debido al retorno al Semáforo Epidemiológico en color amarillo, los sacerdotes que se encontraban en el lugar recomendaron a la población mantenerse en sus hogares y no exponerse a algún contagio del nuevo coronavirus.
Cabe recordar que el templo de la Virgen del Carmen en Toluca fue edificado en 1698, e inicialmente funcionó como convento de la Purísima Concepción de la Orden de los Carmelitas Descalzos, centro religioso, hospital civil y escuela normal.
Frase:
Sabemos que lo conveniente es quedarnos en casa, pero queríamos asistir al templo para agradecer a la virgencita del Carmen, y pedirle que esta pandemia termine pronto.
Susana Ramírez.