Con el miedo a las espaldas, así es ser funcionarios de casilla en tiempos de Covid-19

Estas elecciones fueron distintas, porque no solo hubo capacitación para resolver las votaciones, también para evitar contagios entre los votantes

Filiberto Ramos | El Sol de Toluca

  · domingo 6 de junio de 2021

Foto: Luis Camacho | El Sol de Toluca

Lourdes ordena sobre la mesa de la casilla que le tocó abrir, un par de credenciales. Las desplaza poniendo una servilleta encima. El protocolo sanitario en esta elección les obliga a no tocar las credenciales, explica.

"Lo que hacemos es ponerles una servilleta encima y las vamos desplazando", cuenta Lourdes.

La afluencia de votantes ha ido creciendo en la casilla ubicada en la colonia Izcalli, municipio de Toluca. Lourdes y el grupo de funcionarios se comienza a aprisionar entre las papeletas y las medidas sanitarias. Junto a Lourdes hay otra mujer que echa alcohol con un rociador cada vez que pasa un elector.

"Tenemos que estar sanitizando cada vez que pasa una persona", añade la ciudadana. En el acceso al auditorio, las puertas se mantienen abiertas de par en par y otra mujer echa gel antibacterial a los ciudadanos antes de ingresar.

En otra casilla María del Carmen comenzó a discutir con un ciudadano que es avecindado en la Ciudad de México y fue rechazado para votar en la casilla especial instalada afuera del penal de Santiaguito.

María le explica que solo están aceptando ciudadanos de Michoacán, Sinaloa y Colima.

"Les explicamos que por tipo de elecciones, las casillas especiales no son para todos los estados", explica luego María del Carmen. Antes, el ciudadano le increpó de todo a la funcionaria de casilla.

"Así han venido varios, nos mientan la madre, pero no entienden", explaya la ciudadana sobre la experiencia que le tocó en estas elecciones.

Observar las elecciones

La posibilidad de no ser observadora de casilla, le arrebató el sueño varias noches a Ana Piñón. Porque estaba su embarazo en el octavo mes y las capacitaciones fueron dobles en estas elecciones. Ser funcionario y observador de casilla en tiempos de Covid-19, es "tutearse" con el miedo, dice Ana.

"Sí pensé en no venir, por mi bebé", cuenta la ciudadana voluntaria. Ana se levanta de su silla por ratos para pasear a su bebé. Le pone el chupón sobre los labios y vuelve a su silla, desde donde observa el desfile de manos en las mesas de las papeletas.

A ella le tocó ser voluntaria en la casilla de la colonia Izcalli en Toluca. La suerte le sonríe a Ana, porque es poca la afluencia de personas y no se ha presentado ningún incidente, como ha ocurrido en otras.

"Es la primera vez que participo", cuenta Ana. Son sus primeras elecciones del otro de la mesa y hasta el momento de la entrevista, está conforme con lo que ocurre en la fiesta electoral.

Son unas elecciones históricas, las que vive Ana. Históricas porque los comicios se dan en medio de una pandemia, de miles de muertes, de hospitales llenos y hasta un día antes, las filas no eran para votar, sino para vacunarse contra el virus.

Dos meses antes de las elecciones, Ana recibió la capacitación del INE. Le instruyeron cómo debía asistir a su casilla, cuál era su función y por cuántos lapsos debía sanitizarse.

"Nos capacitaron para llevar a cabo los protocolos sanitarios y nuestra función como observador, la verdad fue pesado", revela Ana.

Hubo que adaptarse a los horarios de las sesiones y sus visitas al médico por su embarazo. No es fácil ser observadora de casilla, pero cree que se debe hacer por el bien del país.

Desde su silla Ana concentra sus ojos por ratos en los movimientos de los funcionarios que reciben las credenciales y el cuerpecillo de su bebé que trae en brazos.

"Le traje su leche y solo lo levanto para darle de comer", cuenta la ciudadana. Al lado de su silla permanece una carreola con cobijas y una pañalera.

Ana es la única mujer con un bebé en brazos, por eso llama la atención.

Allí permanecerá hasta que se terminen de contar los votos y se sellen las urnas. Y las horas se vuelven más pesadas.

"Llegamos a las siete y nos vamos a ir hasta que todo cierre", revela Ana con una mirada ya cansada.

Ana, María del Carmen y Lordes se sumaron a una lista de 120 mil 204 funcionarios de casilla que fueron capacitados para este proceso electoral. Un universo vasto de otros ciudadanos que también son el motor de elección.