Joselyn “N”, quien fue sentenciada a pasar 40 años de prisión por el homicidio de su pareja, la tarde del viernes abandonó el Centro de Readaptación Social (Cereso) “Sergio García Ramírez” también conocido como penal de Chiconautla en Ecatepec, tras obtener una amnistía por parte de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM).
Al salir del penal, acompañada por Myrna Araceli García Morón, la titular de la CODHEM y personal de este Organismo Defensor, Jocelyn les agradeció por creer en ella, revisar su caso y solicitar la amnistía al Poder Judicial mexiquense.
Destacó el apoyo incondicional de su familia en los más de 14 años que estuvo recluida, y el respaldo del Instituto de la Defensoría Pública del Gobierno Estatal, que contribuyó con el recurso económico para la reparación del daño material y moral y con ello completar los requisitos para salir en libertad.
El pasado 16 de noviembre de 2009, la ex pareja sentimental de Joselyn tomó un arma de fuego y la puso en la cabeza de su hija menor de un año y después la introdujo en la boca de la niña mientras amenazaba a la mujer señalando que la iba a matar; en un momento de la discusión, ella tomó el arma y disparó contra su agresor. Posteriormente acudió a un Módulo de Policía a solicitar ayuda, pero el sujeto ya había fallecido.
De acuerdo con la CODHEM, la mujer, fue acusada por el homicidio de su pareja, quien era policía federal, sin embargo, durante el proceso penal no fueron considerados diferentes aspectos, entre ellos los tipos de violencia a la que era sometida, así como la omisión de autoridades para iniciar una denuncia y detener las agresiones.
Confirmó que se vulneraron los derechos humanos de Joselyn de acceso a la justicia, a ser juzgada con perspectiva de género, ya que no se consideró su contexto de mujer violentada, al ser víctima de violencia física, psicológica, sexual, económica, vicaria y familiar.
Entre los elementos no considerados también destaca el de ser una persona en situación de vulnerabilidad y discriminación por ser mujer, ya que los trabajos que desempeñó eran como empacadora y hacer trabajos de limpieza; su condición de mujer violentada por su pareja; ser una persona en situación de pobreza; presentar rezago educativo, al tener solo secundaria terminada; no tener acceso a servicios de salud ni a la seguridad social; además, vivía en casa de sus papás y tenía un ingreso insuficiente para adquirir los bienes y servicios para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias.
Aunado a lo anterior, Joselyn acudió ante diversas autoridades competentes, entre ellos la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) y el Sistema de Desarrollo Integral para la Familia (DIF), para denunciar los hechos de violencia de los que fue objeto, pero su demanda de justicia no fue atendida por las autoridades, ya que al ser su agresor un Policía Federal de le negaban la atención e inicio de la denuncia correspondiente.
La CODHEM señaló que tampoco se privilegió el interés superior de la niñez, ya que cuando sucedieron los hechos, la hija de ambos tenía un año, pero vivía en un entorno poco propicio para su sano desarrollo, por la violencia que su progenitor propiciaba en contra de su madre.