Pese a que no toda su periferia representa un riesgo, el Cerro de los Magueyes asentado en Metepec mantiene en alerta a las autoridades municipales por posibles deslizamientos de tierra que pueden suscitarse a lo largo de las temporadas de lluvias de cada año, según datos del Atlas de Riesgo municipal 2022-2024.
El documento refiere que ninguna construcción asentada en ésta pendiente está exenta de sufrir daños ante un posible deslizamiento o desgajamiento de tierra, tal como ocurrió el 28 de agosto de 2015, cuando un talud cayó sobre un lugar que era utilizado como estacionamiento irregular, asentado sobre la calle Jesús Archundia casi esquina con la avenida Estado de México, causando daños a cuatro vehículos que estaban resguardados en ese lugar.
En total hay 149 casas asentadas en la pendiente del Cerro de los Magueyes, cinco inmuebles de gobierno, dos instituciones educativas, 23 comercios y dos iglesias, que en conjunto albergan seis mil 028 personas.
El Atlas de Riesgo municipal de Metepec detalla que los asentamientos irregulares en las faldas del Cerro de los Magueyes han generado inestabilidad, y que la causa del peligro latente está en los cortes perpendiculares de las faldas del cerro sin talud natural, muros de contención o terrazas que reduzcan el riesgo de un deslizamiento.
“Es la posibilidad de que se produzca una calamidad que afecte o interrumpa la vida cotidiana de una persona, un grupo de personas o una comunidad. Tomando como base lo anterior, el riesgo es latente si la mancha urbana asciende del límite actual, si se hace caso omiso a las medidas preventivas que dictan las autoridades”, explica el Atlas de Riesgo municipal.
Inmuebles en riesgo
De acuerdo con la información del documento referido, el cinturón de riesgo contempla varios inmuebles, entre ellos el Teatro Quimera, la Escuela Preparatoria número 33, la Iglesia de los Dolores y el Jardín de Niños Salvador Novo.
De éste plantel educativo, se precisa que en 2015 las autoridades municipales vigentes otorgaron un predio para la reubicación del Jardín de Niños, tras la detección de grietas y fisuras en los muros y pisos de una aula colindante a su perímetro oriente, sin embargo, las autoridades educativas no dieron seguimiento a la gestión.
“Los inmuebles se mantienen en monitoreo y visitas permanentes de identificación de riesgos, al momento no manifiestan algún riesgo que perjudique la integridad física de los que asisten”, se lee en la descripción de riesgos.