La contaminación por verter los drenajes de las casas de manera directa al río Tizates, en Valle de Bravo, es el principal problema ambiental que aqueja a este cuerpo de agua.
Y es que el Organismo Público Descentralizado para Prestación de los Servicios de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Valle de Bravo (OPDAPAS), ha detectado desagües de drenajes de las casas que colindan con este río.
Estos, sin tratamiento previo, dan de manera directa al cauce del río, ocasionando múltiples problemas ambientales.
Asociaciones civiles, como los Guardianes de Valle de Bravo A.C. o Sé la Voz de la Naturaleza, han implementado jornadas de limpieza en el río y campañas de educación ambiental entre los vecinos para revertir este problema.
El río Tizates tiene más de 4 kilómetros de longitud, que pasan por la mancha urbana de este municipio, desde el barrio de Otumba hasta su desembocadura en la presa de Valle de Bravo, en el barrio de San Antonio.
Otro problema que aqueja a este afluente es la contaminación por basura orgánica e inorgánica, que los vecinos y transeúntes que pasan por los puentes de este río, avientan de manera directa y con intención.
Tan solo en el puente del barrio de Otumba, que conecta a las calles de Alfareros con la avenida Toluca, se han encontrado todo tipo de basura, causando indignación en los grupos ambientales que se dedican a hacer jornadas de limpieza.
Este río es uno de los siete afluentes que nutre a la presa de Valle de Bravo, y es el que más contaminación representa para el embalse.
De acuerdo con "Sé la Voz de la Naturaleza", el 60% de la contaminación que hay en la presa se debe al agua del río Tizates.
El pasado 20 de octubre arrancó la campaña de educación ambiental "Salvemos al río Tizates", la cual pretende generar una educación ambiental en las y los niños de las escuelas que conviven con este río.