Se requiere, de acuerdo a los altos índices de criminalidad, tener una mejor planeación con los alumnos y tratar de reducir los riesgos al mínimo cuando son llevados a prácticas de campo, así como tener más gente al pendiente, pues a veces uno o dos maestros no son suficientes para controlar un grupo; de manera que en algunas escuelas ya se están planteando llevar personal de seguridad.
Así lo aseguró Yazmín Escobar Tapia, investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México, y resaltó que muchas veces son los mismos alumnos los que provocan situaciones de descontrol y hasta accidentes cuando salen de las aulas, ya sea en excursión recreativa o en prácticas de campo, por lo que deben tomar medidas de vigilancia más drásticas con ellos para evitar situaciones que lamentar o bien, retomar la antigua práctica de no llevarlos.
Es como en los exámenes de matemáticas, donde no todos tenemos 10 de calificación, de la misma manera, quienes no saben respetar a la autoridad y las reglas cuando salen de las aulas, pues no habría que llevarlos porque ponen en riesgo a sus demás compañeros.
“Porque no es lo mismo tenerlos todo el día adentro de Six Flags a que los lleves a una práctica de campo, en donde sí se necesitaría llevar personal de seguridad”, expresó la psicóloga y maestra en Criminología y Criminalística, quien subrayó la importancia de avisar a las instancias necesarias cada vez que se tenga un grupo de estudiantes fuera de las aulas para realizar prácticas o investigaciones.
Yazmín Escobar Tapia dijo que al igual que otros grupos, los estudiantes se han convertido en objetivo de los grupos delincuenciales para obtener dinero, ya sea mediante secuestros, extorsiones u otras situaciones, pero también cuando buscan reclutarlos y sumarlos a sus filas.
En algunas ocasiones, agregó, esto se da porque el jóven es fácil de manipular, está todavía en busca de su identidad y es más fácil que le “vendan” un futuro mejor y que caiga en sus redes, pero en contraparte, es más fácil que se les infunda el temor por amenazas en contra de su familia o de lo que le van a hacer a él, -“el cooperas o cooperas”-, esto los hace tan vulnerables y de ello se aprovechan los grupos delincuenciales.