Hace más de dos décadas en el Valle de Toluca, artesanos de distintos municipios comenzaron a diseñar y crear los tradicionales judas; desde entonces la capacidad artística de cada uno de ellos ya es parte de la cultura mexiquense.
La tradición fue iniciada y apoyada por el artista Luis Nishisawa. De forma irónica trata las problemáticas sociales más comunes y le da un toque de mofa. Cabe recordar que las creaciones participan en un concurso y las ganadoras son quemadas en la Plaza de los Mártires en Semana Santa.
Los procesos para realizar los judas son largos y extenuantes. Kevin Reyes Arellano, un artesano que ha comenzado a adentrarse en el mundo cartonero, empezó a labrar su figura desde el mes de abril y poco a poco comienza a tomar forma lo que él considera "será un diablo trompetista".
El armazón de la figura que hace alusión al personaje bíblico Judas Iscariote o “el Apóstol Traidor”, comienza a formarse con carrizo que es amarrado en secciones con ayuda de hilo de cáñamo bañado en chapopote. El carrizo se recubre con papel periodico que se baña con engrudo y al final se utiliza una capa de papel cartón para darle dureza.
El proceso termina con la pintada de la monumental figura, que en este caso mide cerca de 3 metros de altura para poder someterse a concurso. Arellano explicó que pretende que su judas quede en la selección de los mejores, pues en concursos anteriores se ha quedado en menciones honoríficas, algo que lo ha motivado para este 2022.
Las temáticas son variadas y asegura que darle un buen toque discursivo ayuda a que las personas conceptualicen y contextualicen de mejor manera la cartonería que cada artesano crea y es por eso que muchos temas suelen ser replanteados en cada uno de ellos.
Kevin utiliza el patio de un departamento de Almoloya de Juárez para labrar y llenar de engrudo todos los espacios que se forman con el carrizo amarrado, trabaja cerca de 4 a 5 horas seguidas, pero no claudica para crear una figura digna que represente a su municipio y a su persona.