De la basura resurgen algunas imágenes religiosas, cuyo tiempo de vida terminó para algunas personas, pero puede iniciar para otras.
Esta pared de rocas, ubicada en Paseo Matlazincas, a la altura de San Mateo Oxtotitlán en la capital mexiquense, y a un lado de un depósito de basura, tiene un altar de imágenes rotas y viejas que la gente desecha por estar quebradas o desgastadas.
A ese espacio han llegado vírgenes, Cristos y santos en cuadros o de bulto que la gente tira y el encargado de ese lugar rescata para su altar y por si alguien los quiere salvar y llevárselos para que sean reparados y darles un nuevo uso.
Un San Judas Tadeo fue depositado ahí por ya no tener cabeza, ni mano; la virgen morena por estar averiada en la parte de los ángeles y algunos Cristos por estar viejos y rotos de los madereros.
El encargado de recibir la basura prefiere tenerlos ahí para que no se los lleven al socavón. No quiere tirarlos como basura.
Durante el mes de diciembre, explicó, incrementa el número de imágenes que son desechadas, pero también hay personas que las rescatan y las mandan a arreglar. Solo le dan para “el refresco” y se las llevan.
El centro de recolección de ese sitio tiene unos 10 años funcionando. Ahí llega todo tipo de desechos, pero al menos las imágenes religiosas tienen la oportunidad de ser rescatadas y de llegar a un nuevo hogar.