/ jueves 26 de julio de 2018

Crean artesanías con material reciclable

Grupo de hombres y mujeres vulnerables tienen como obstáculo para vender sus artes los productos chinos


Camba mi Morenita es un colectivo de artesanas y artesanos, la mayoría personas vulnerables por sufrir enfermedades terminales o por ser de la tercera edad, sin pensión ni trabajo formal, que aprovechan lo que para otros es desecho para elaborar desde portavasos con discos compactos o papel periódico, libretas con papel reciclado, cajas, floreros, almohadas decorativas y bolsas reciclando pantalones y otras prendas de vestir.

Adriana Ramírez Ramírez, quien enfrenta cáncer en etapa terminal, relata lo difícil que es encontrar trabajo en sus condiciones y agradece al propietario del restaurante ¡Ay Dolores!, ubicado en el centro del Pueblo Mágico de Metepec la oportunidad de darle empleo como mesera y abrir sus puertas para la exposición de las artesanías del colectivo que funciona también como punto de venta.

Adriana padeció hace seis años cáncer de mama, hoy atraviesa por una metástasis de pulmón y el desgaste del hueso de la cadera, pero a raíz de su divorcio hace cuatro años y sin trabajo, se encontró con los discos compactos y las anillas de las latas de refresco, con las que se inspiró para iniciar la elaboración de artesanías y poder mantener así a sus cuatro hijos.

Para los integrantes de Camba mi Morenita el hecho de que los consumidores confundan la artesanía con las manualidades devalúa su trabajo, porque cada pieza es única y es una obra de arte que no sólo embellecerá el lugar donde se coloque sino que evitará que estos productos reutilizables contribuyan a contaminar el ambiente.

Precisaron como un obstáculo la venta masiva de productos de procedencia extranjera, particularmente los de origen chino, hechos con materiales de calidad inferior, producidos en masa y con malos acabados que les aseguran una vida útil corta, pero como se venden en locales son más aceptados y pagados al costo sin regatear, como lo hacen con las artesanías cuidadosamente elaboradas.

A pregunta expresa, Adriana Ramírez señaló que en México es prácticamente imposible obtener una patente, pues el trámite es largo, complicado y costoso, por lo que los esfuerzos de Camba mi Morenita están enfocados en conseguir un lugar que funcione como centro de acopio de materiales reciclables como las bolsas de las botanas, las anillas de latas de refresco, papel periódico, ropa, botellas y envases de vidrio, entre otros.


Camba mi Morenita es un colectivo de artesanas y artesanos, la mayoría personas vulnerables por sufrir enfermedades terminales o por ser de la tercera edad, sin pensión ni trabajo formal, que aprovechan lo que para otros es desecho para elaborar desde portavasos con discos compactos o papel periódico, libretas con papel reciclado, cajas, floreros, almohadas decorativas y bolsas reciclando pantalones y otras prendas de vestir.

Adriana Ramírez Ramírez, quien enfrenta cáncer en etapa terminal, relata lo difícil que es encontrar trabajo en sus condiciones y agradece al propietario del restaurante ¡Ay Dolores!, ubicado en el centro del Pueblo Mágico de Metepec la oportunidad de darle empleo como mesera y abrir sus puertas para la exposición de las artesanías del colectivo que funciona también como punto de venta.

Adriana padeció hace seis años cáncer de mama, hoy atraviesa por una metástasis de pulmón y el desgaste del hueso de la cadera, pero a raíz de su divorcio hace cuatro años y sin trabajo, se encontró con los discos compactos y las anillas de las latas de refresco, con las que se inspiró para iniciar la elaboración de artesanías y poder mantener así a sus cuatro hijos.

Para los integrantes de Camba mi Morenita el hecho de que los consumidores confundan la artesanía con las manualidades devalúa su trabajo, porque cada pieza es única y es una obra de arte que no sólo embellecerá el lugar donde se coloque sino que evitará que estos productos reutilizables contribuyan a contaminar el ambiente.

Precisaron como un obstáculo la venta masiva de productos de procedencia extranjera, particularmente los de origen chino, hechos con materiales de calidad inferior, producidos en masa y con malos acabados que les aseguran una vida útil corta, pero como se venden en locales son más aceptados y pagados al costo sin regatear, como lo hacen con las artesanías cuidadosamente elaboradas.

A pregunta expresa, Adriana Ramírez señaló que en México es prácticamente imposible obtener una patente, pues el trámite es largo, complicado y costoso, por lo que los esfuerzos de Camba mi Morenita están enfocados en conseguir un lugar que funcione como centro de acopio de materiales reciclables como las bolsas de las botanas, las anillas de latas de refresco, papel periódico, ropa, botellas y envases de vidrio, entre otros.

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