Con la pandemia de Covid-19, la devoción a la Virgen del Carmen aumentó a tal grado que los escapularios son insuficientes, así lo señaló el conventual de la iglesia del Carmen, Rogelio Herrera García, quien refirió que llegó un momento en que se agotaron los escapularios.
Luego de que se abrieron los templos y la gente podía ir a las iglesias, se nos agotaron los escapularios y también a la gente que vendía afuera.
Asimismo, detalló que era tanta la necesidad de la gente, que se encomendaban a la Virgen del Carmen, y por lo mismo, le pedían favores que no sólo que tenían que ver con la enfermedad sino también con empleos ya que muchos perdieron su trabajo.
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Por otra parte, Herrera García detalló que al día llegan al templo más de 300 juramentos de personas que quieren dejar de beber alcohol, drogas y demás y por lo mismo ya es insuficiente la pared de agradecimientos.
“Después de que cumplen su juramento, viene a agradecerle a la virgen de que de que pudo terminar su juramento y les regresan el papelito”, añadió el padre conventual.
Ante esto, detalló que tan solo en juramentos, cada mes la iglesia del Carmen recibe a 8 mil personas que buscan dejar de jugar juegos de azahar, drogas, alcohol y tabaco.
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“Han pasado casos que llegan los fieles y buscan un permiso conmigo, pero al momento de probar alcohol o drogas se rompe el juramento. Lo que les digo es ve y dile a la Virgen si te contesta y te dice que si pues adelante”, agregó.
También hay otros, declaró el religioso, que llegan y confiesan que rompieron el juramento y debido a que les va muy mal, solicitan una absolución por promesa no cumplida.
Cabe señalar que también muchos profesionistas acuden con la Virgen del Carmen para pedirle un trabajo “Me ha tocado ver a profesores que refieren su trabajo y andan vendiendo libros para poder sobrevivir, eso fue ha sido una de las consecuencias más graves de la pandemia”, finalizó Rogelio Herrera García.