Crece el fraude virtual en el Estado de México

La Secretaría de Seguridad de la entidad ha identificado diversas modalidades 

Filiberto Ramos | El Sol de Toluca

  · sábado 27 de febrero de 2021

Foto: ilustrativa

El delito de fraude se ha hecho más común en el Estado de México, reportado a la Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad del Estado.

De acuerdo con los datos de la dependencia estatal, el registro por mes de denuncias ciudadanas recibidas por este ilícito supera las 450 llamadas.

En diciembre esta cifra se incrementa al doble, sobre todo bajo el modus de créditos bancarios o compras virtuales.

Con este número, el fraude absorbe el 70 por ciento de los registros de la Policía Cibernética, siendo el más elevado.

En tanto en el otro 30 por ciento de las denuncias mensuales, tienen que ver con el robo de identidad, la extorsión y la pérdida de contraseñas de las cuentas de Facebook.

De acuerdo con la corporación, en algunos de los casos las denuncian resultan en alertas falsas, pues son bromas o quedan sólo en el intento de amedrentar.

Por lo que recomendó que en un caso de intento de fraude, se necesita hacer la denuncia de inmediato y no alertarse, ni intentar negociar con los supuestos delincuentes.

La Policía Cibernética actualmente está capacitada para identificar las modalidades de fraudes y extorsiones, pues el uso de las redes sociales y de la tecnologías son los móviles más comunes.

Este delito generó tan sólo en el mes de enero de este año generó 854 denuncias.

Otros delitos similares como la extorsión sólo 219 querellas y el abuso de confianza 270 carpetas de investigación, según el informe mensual del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

En todo el 2020, el delito de fraude acumuló 11 mil 406 denuncias ante el Ministerio Público y la extorsión 2 mil 995 querellas.


Modus operandi

Una de las modalidades más comunes para realizar fraudes, es mediante préstamos exprés bancarios o robo de identidad vía telefónica.

Los delincuentes pueden tener acceso a datos bancarios como los primeros números de las tarjetas, con los cuales enganchan a las víctimas, haciéndose pasar por empleados de bancos.

En algunos casos, los defraudadores otorgan números de empleados para generar mayor confianza en las futuras víctimas.

Por lo general, la forma de operar es realizar algún tipo de reembolso a los clientes de bancos sobre supuestas compras que se cargan a las cuentas de las víctimas.

De esa forma, los clientes del banco facilitan sus números clave o nip, con lo cual, en cuestión de minutos, los delincuentes cibernéticos realizan compras y vacían las cuentas de sus víctimas.

En otros casos, se hacen pasar financieras, otorgando créditos sin avales y a bajos intereses.

Sin embargo, piden a sus víctimas que hagan depósitos por cantidades mínimas para realizar el supuesto trámite, pero sus víctimas no vuelven a saber de su crédito.