Ante el aumento de la población en el Estado de México, como en el resto del país, la demanda de medicamentos también lo será, sobre todo entre las personas de la tercera edad, quienes ya no pueden dejar de adquirirlos, fomentando en algunas ocasiones que siga creciendo el mercado de productos caducados.
Alfredo Urbano Flores Moreno, presidente de la Federación de Propietarios de Pequeñas Farmacias de la entidad, lamentó que pese al riesgo que representa para la población los fármacos caducos sigan ganando terreno, comercializándose principalmente en tianguis o en el comercio informal.
“No solamente estamos hablando de que los medicamentos caducos se comercializan, sino que ocurre lo mismo con las muestras médicas, por lo que se trata de prácticas comerciales que con el tiempo siguen creciendo, ante la falta de supervisión por parte de las autoridades de Salud y concretamente de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris)”, señaló.
Aunado a lo anterior, comentó que la venta de fármacos en los consultorios también se encuentra prohibida, pero se sigue realizando.
“Estamos observando que los consultorios médicos siguen vendiendo vacunas, lo cual debería de ser objeto de vigilancia por parte de la autoridad sanitaria, pero no está ocurriendo de esta manera”, enfatizó.
Pidió tomar en consideración que ciertos medicamentos vencidos tienen el riesgo de presentar un crecimiento bacteriano y los antibióticos con una potencia reducida pueden no atacar las infecciones, ocasionando enfermedades más graves y resistencia a los antibióticos.
También cuestionó el hecho de que los gobiernos federal y estatal se hayan alejado de la regulación real al sector que representa, y otra muestra de esta situación es el robo que se registra en las camionetas que distribuyen los medicamentos, y que después se comercializa en los tianguis.
“Lamentamos que se trate de un problema que no solamente ha perdurado varios años, sino que se ha agravado, porque lejos de que exista una vigilancia continua y permanente por parte de las autoridades correspondientes, tanto para los laboratorios, como los distribuidores, vemos que simplemente no existe”, apuntó.
En el pasado, recordó, los productos farmacéuticos tenían una fecha de caducidad de tres o cinco años, pero ahora se ha reducido, motivo por el cual se tiene más fármacos en esta condición al interior de los establecimientos.