Las personas que trabajan de manera informal en los semáforos y cruces de la capital mexiquense y alrededores, ha incrementado.
Los vendedores de artículos de temporada como la fruta, limpiaparabrisas y malabaristas aprovechan los fines de semana en que las personas salen a hacer compras.
Mediante un recorrido hecho por algunos puntos, se pudo observar que en algunos semáforos hay familias enteras que venden peluches, gorros, fruta así como accesorios para celulares.
También están los que hacen malabares, los limpiaparabrisas, vendedores de dulces y agua, quienes aprovechan cada punto de venta.
“Se vende un poco más, estamos aquí solo por temporada, mientras se vende lo que traemos”, explicó un vendedor.
En su mayoría son menores de edad, aunque también hay muchos jóvenes y en algunos puntos son familias completas las que deben salir a trabajar a los semáforos.
CRUCES MÁS INVADIDOS
Algunos de los cruces y vialidades con mayor número de familias trabajando son la vialidad Solidaridad Las Torres, en las intersecciones de Pino Suárez y Díaz Mirón.
La avenida José López Portillo, frente a la Central de Abastos, el cruce de Bulevar Aeropuerto con Paseo Tollocan, el cruce de la Maquinita y la avenida Alfredo del Mazo. También la avenida José María Pino Suárez, que conecta a Toluca con Metepec y la Adolfo López Mateos, que conecta a Zinacantepec.
A lo largo de la vía Alfredo del Mazo, es uno de los puntos donde se instalan más familias dedicadas a vender en los semáforos.
Las familias llegan desde las 8:00 horas y sus jornadas pueden ser hasta las 19:00 horas cuando oscurece.
LLEGAN DE TODOS LADOS
En su mayoría son familias de las delegaciones del sur y el norte de Toluca, aunque también hay quienes llegan del municipio de Temoaya, Ixtlahuaca y otros municipios del norte del estado.
El incremento de estas familias en los cruces es sobre todo en los meses de fin de año y en meses festivos como septiembre.
En algunos casos, los automovilistas y vecinos de la zona les donan comida, ropa e incluso juguetes.
SIN ESTADÍSTICAS
Debido a este flujo de familias que llegan por temporadas a los cruceros y semáforos, el DIF estatal y los municipales, no tienen una estadística clara de cuántos niños trabajan en la calle en el Valle de Toluca.
Pues a las familias locales también se suman las familias migrantes, tanto las que provienen del sur del país, como de El Salvador, Venezuela y Honduras.